Hace pocos minutos terminó la reunión en el Palacio de Nariño, entre el Presidente Gustavo Petro y el Expresidente Álvaro Uribe.

Esa reunión la motivó, una invitación que le hizo Petro a Uribe para “ tomarse un tinto “, en la Casa de Nariño.

Petro lo esperaba con una parte del equipo que tenían que ver con los temas a discutir.

Uribe, también llevó su tropa, encabezada por la Senadora Paloma Valencia.

El tema central de la reunión, sin la menor duda era la reforma a la Salud, que continúa metida en un costal de anzuelos en la Cámara de Representantes.

Las posiciones son claramente enfrentadas, en la medida que Petro, no aceptaba que su reforma fuera modificada.

Pero todo parece indicar, que unos ajustes de fondo a esa reforma, pueden hacer viable su tránsito por el Congreso y hasta su aprobación.

A Petro le quedó muy claro, que aún comprando congresistas al menudeo a punta de mermelada, una reforma tan drástica y peligrosa, no va a pasar.

Mucho menos en el Senado de la República.

Pero no me quiero meter en las entretelas de una reforma que no conozco.

Vamos a la diplomacia y sus efectos mágicos.

Recibí de un amigo que aprecio mucho un mensaje que decía :

“ Como se le ocurre a Uribe, ir a hablar con Petro?”

Y me ańadió :

“Hay unos Uribistas muy berracos “

Mi réplica fue tan fuerte como la pregunta.

La verdad, la diplomacia tiene una magia que no todos entienden.

Siempre celebré que Uribe, más sabio que yo sin duda, mantuviera la puerta del diálogo abierta con Petro.

Y más con un tipo tan pendenciero, bipolar, inestable y peligroso.

Y miren el milagro de la diplomacia.

Quedó claro que hay que renegociar con todos los actores del sistema de la Salud colombiana, los alcances de una reforma.

Quedo claro que no hay que destruir lo que ya funciona.

Esos son los milagros de la diplomacia que hace que enemigos radicales en dos orillas distintas de la política, se sienten amablemente a escucharse mutuamente sus argumentos.

Celebro como el que más que estas reuniones se renueven, por que calman, generan confianza, y le dan tránsito libre y respetuoso a los argumentos, que son los que finalmente pesan.

Ese encuentro, tranquiliza a un país que no sale de una permanente angustia, producto de los tweets, con las ocurrencias diarias del primer mandatario.

Ojalá no se interrumpan.

Sobremesa.

Petro acudió finalmente al Congreso dé Infraestructura.

Como nunca antes había ocurrido, nadie lo aplaudió cuando ingresó al salón.

Los Concesionarios de las vías y de los puertos estaban en shock, por unos tweets de Petro.

Después de escucharlos, Petro cambió el discurso y anunció que “ honraremos los contratos de Concesiones ya firmados “

No dijo nada sobre los puertos de Colombia, que en manos privadas hoy, tienen los mejores estándares internacionales, después del caos y la tragedia portuaria que era Colpuertos.

Sólo habló de que los Ingenieros Militares podrían apoyar el desarrollo de la infraestructura, en zonas rojas.

Y todos quedaron tranquilos.

Los milagros de la diplomacia !

alragonz@yahoo.es

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