Por: Manuel Gómez Sabogal

  1. Procuraduría confirmó destitución de alcalde de Calarcá, Juan Carlos Giraldo.
  2. Corte Suprema confirmó fallo contra Yolanda Duque y sus cuatro hermanos.
  3. Envían a prisión a la mujer de alias Caliche.
  4. “La politiquería se toma la universidad del Quindío”.
  5. Esta semana juicio a la exalcaldesa de La Tebaida.

Cinco noticias de primera página que no invitan a leer. No puedo creer que se inicie la semana con esas escabrosas informaciones. Porque no da para más.

Entonces, vienen las preguntas sin respuesta, los momentos de análisis, los resultados sin éxito, y nada pasa. Porque aquí en el Quindío, nada ocurre. Todo lo que sucede a nivel político es normal. A nadie le importa lo que aparezca sobre política, problemas, casos reales.

Porque no somos conscientes de nada, ni tenemos identidad, ni nos interesa lo que ocurra. Pase lo que pase, lo mismo da; los comentarios llueven, se habla a media voz y el invierno sigue sin remedio.

Es una lástima que estemos tan anestesiados ante todo lo que aquí en nuestra región acontece.

Suicidios, asesinatos, droga, prostitución, políticos detenidos, otros que van para la cárcel…. ¿En qué estamos?

Y ¿de las noticias buenas qué? Poco, muy poco. El cuyabrito de oro que debería ser información con un gran titular, pasa casi desapercibido, porque lo que importa es lo judicial.

Porque el desangre es grande y nos estamos convirtiendo en un departamento aislado, gracias a lo que aquí ocurre.

¿Qué está sucediendo en Armenia y el Quindío? Están tomando fuerza lo negativo, los problemas, la inseguridad. No estamos haciendo algo para salir de esta situación y todo se agrava cada día mucho más. No sé a dónde llegaremos, pero es muy triste la situación en Armenia y el Quindío.

Cuando hay odio, cuando los políticos prefieren defender lo suyo y no salvar la comunidad, ahí estamos peor. Esos odios, resquemores, deseos de acabar con los demás porque sí, nos muestran una actitud de total intolerancia, y se pide que haya tolerancia, que la gente se respete, que no haya violencia, pero no se puede.

Parece como si todo en la región se hiciese con odio. El ejemplo es importante y lo estamos viendo y viviendo. No hay para dónde, ni por dónde. La gente hace lo que los superiores muestran. Estamos ante el odio verbal y muestras de odio. El ejemplo es básico y lo siguen los desempleados, los jóvenes, los niños, la gente en los barrios, comunas, municipios.

Crecen la violencia, la inseguridad, el desmadre, pero, ¿a quién le importa?

 “Cuando odiamos a alguien, odiamos en su imagen algo que está dentro de nosotros”. Hermann Hesse.

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