Por Andrés F. Zapata
El puente que comunica la av. Centenario con el extenso barrio Guayaquil, es un completo robadero y foco de delincuencia e inseguridad. Pese a que es un punto clave para el flujo vial y de conexión de ambos puntos de la ciudad y de que constantemente están pasando vehículos de todo tipo por allí, es de bastante vulnerabilidad para las personas que por este punto se tienen que desplazar a pie.
Los matorrales y senderos que hay en ambos extremos del puente son el escondedero perfecto para maleantes, que como único objetivo buscan hacerle daño y hurtar a los incautos transeúntes, quienes se ven sorprendidos al ver salir de un momento a otro a estos pillos.
Ya se han presentado distintos casos de hurtos con lesiones incluidas, es por esto que nosotros, como voz de los afectados solicitamos a las autoridades competentes mayor vigilancia en este sector.
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