Por Andrés F. Zapata
A propósito de feligreses y de iglesias. La comunidad que asiste a las misas de la iglesia de Los Santos Apóstoles, del barrio Yulima, están desconcertados por la congestión vehicular que se forma durante cada una de las celebraciones eucarísticas, debido al incremento de asistentes, que traen a su vez sus vehículos particulares, parqueándolos en las afueras del recinto y obstaculizando por completo la vía de salida de esta zona del barrio.
Se supone que existe un espacio en donde los asistentes pueden estacionar sus automóviles para asistir a la misa. Pero ha sido tanto el incremento vehicular que ya el espacio no da para más. El problema resulta cuando aparte de la zona destinada como parqueadero, se están utilizando ambos extremos de la calle para estacionar carros, imposibilitando así el paso de buses.
Resulta una situación alarmante para los residentes e incluso para los mismos asistentes a la misa, ya que en caso de una emergencia no habría espacio por donde circular los vehículos, quedando atrapados y pudiendo ocasionarse una tragedia.
La ciudadanía solicita ayuda a la administración municipal, para que por medio de algunos agentes reguladores de tránsito, puedan solucionar este problema, al no permitir el estacionamiento de tanto vehículo y descongestionar la salida de todos estos. Al menos los días de las misas más frecuentadas, sería una gran solución.
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