1.1Por: Andrés F. Zapata

En las instalaciones del SETTA abunda el desorden, la ausencia de autoridad y la falta de presupuesto para mejorar las diversas problemáticas.

Mucho hemos hablando de la deficiente organización y del mínimo esfuerzo por parte de la Secretaría de Tránsito Municipal para lograr una eficiente labor por parte de su personal, principalmente de los agentes reguladores de tránsito en cuanto al orden en la movilidad vial en la ciudad de Armenia. A diario, tanto como peatones, como conductores nos damos cuenta de las deficiencias que tiene este departamento administrativo para llevar a cabalidad sus funciones en procura del bienestar general.

Como ya lo sabemos y lo hemos mencionado en reiteradas ediciones de nuestro EJE NOTICIAS, la capital quindiana parece haber quedado grande para el personal que labora en esta entidad, más cuando nuestra ciudad está en un crecimiento urbanístico enorme y cuando vemos que las obras de reparación y remodelación de la malla vial, está causando momentáneamente estragos en el flujo vehicular, viéndonos cada vez más enfrascados en una ciudad que se expande, pero que no cuenta con suficientes vías alternas para descongestionar.

Aunque queríamos recordar la situación que se vive cotidianamente con respecto a la deficiencia en las labores de tránsito en nuestra ciudad, nuestra intención es mencionar la deplorable e incómoda escena que se ve día tras día en las mismísimas instalaciones del SETTA. Para los que tal vez no la conocen y nunca se han pegado la pasadita por el sitio, les digo que para ser esta una entidad que se supone vela por la comodidad de la movilidad vehicular y de hacer respetar las normas de tránsito, pareciera que en sus propias narices esto no se llevara a cabo en lo más mínimo.

Primero que todo el lote donde se encuentran ubicadas las oficinas, -abajo en la antigua estación del ferrocarril- es un completo potrero, lleno de lodo, de huecos enormes, de maleza, mejor dicho, le falta el ganado para quedar completo. Pero además de esto y digamos que peor aún, es ver cómo incluso dentro de las instalaciones los conductores particulares que llegan a hacer sus diligencias ya sea de renovación de licencia, o pagar alguna multa, hacen lo que se les venga en gana, parquean donde sea y se atraviesan al paso de los peatones, ante la mirada cómplice y displicente del mismo personal de esta entidad a quienes no parece importarles.

Como se aprecia en una de las gráficas por ejemplo, se puede ver claramente como las escaleras, que obviamente son exclusivamente de uso peatonal, se encuentran obstruidas por un vehículo, cuyo conductor sin ningún problema decidió parquearse allí por pereza de buscar donde más hacerse. Allí no hay control, no hay demarcación de los espacios, mucho menos ningún tipo de señalización, y la presencia y autoridad de los agentes de tránsito es nula.

Grave, muy grave esta situación. Una entidad de estas, tan sumamente importante para el desarrollo de una ciudad necesita una mejor organización, administración, más inyección presupuestal que permita la integración de más y mejor personal. Mejor dicho, esperar que la señora alcaldesa decida apersonarse mucho más de este tema y así lograr una solución que nos beneficie a todos.

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