LIBROS siPara unos la medida de traslado de los libros a la calle 22 es buena; para otros, simplemente es un sofisma para alejarlos del centro de la ciudad; sin embargo, lo que se pretende construir es de beneficio para la cultura.

Por: Oscar Hincapié Vallejo

Por espacio de dos décadas los interesados en vender o comprar libros han acudido a la famosa carpa verde ubicada en la calle 20 entre carreras 15 y 16, y allí intercambian, canjean o, simplemente, venden o compran la literatura que quieren; los libreros, como se les conoce, deberán acomodarse durante seis meses en un andén improvisado en la calle 22 entre carreras 16 y 17, donde antes funcionaba el Concejo de Armenia.

Buenas tardes ¿Tiene la cartilla Coquito, el álgebra de Baldor, la Biblia, La Odisea, Cien años de soledad? Preguntas como esta ya no serán respondidas en la carpa verde porque los libreros deben salir de allí para apostarse en otros sitio, pues donde han funcionado por más de veinte años debe ser desocupado para construir una edificación que servirá, según el gobierno, para aglutinar una cantidad de personajes y oficinas puestas al servicio de la cultura, incluidas oficinas para ediles, módulos para bibliotecas, y se presume que tendremos unas muy cómodas instalaciones y además muy funcionales.

Como es lógico, el escepticismo se apodera de la gente que algo tiene que ver con el lugar que por muchos años ha sido escenario de la lectura, la compra y venta de libros y, sobre todo, del sustento de varias familias quindianas que dependen económicamente de las personas que se dedican a esta actividad.

Lo que les ofrecen

Según delegados del gobierno municipal, este lugar estará listo máximo en seis meses y entonces nuestros amigos de los libros podrán regresar a su sitio de comercio, pero en unas condiciones muy dignas y acordes con la gente que promueve la cultura.

En esto tiene que ver el gobierno central y la administración de Luz Piedad Valencia. Si es para mejorar, bienvenido todo; pero desde esta tribuna advertimos que a los libreros deben cumplirles, y seremos fiscales, veedores y testigos de lo que suceda con ellos, no sea que los saquen y después les incumplan, como ha ocurrido hasta hoy con los apartamentos de Asopromeco, de donde desalojaron a los comunicadores que hoy andan de arriba hacia abajo buscando una vivienda digna; bueno, hacemos la salvedad, nada tiene que ver el gobierno municipal, pero sí el departamental.

¿Qué piensan los directamente involucrados?

María Milsen Rojas:

“El sitio para donde vamos no está muy bien arreglado porque no tiene pavimento el piso, ahora en esta temporada invernal nosotros vamos a sufrir allí.

Otro temor que tenemos es que no estamos seguros de si vamos a volver o no, porque los políticos prometen mucho y a la final no pasa nada”.

Ana Ligia Ramírez:

“Me parece muy bueno el proyecto y volvemos en seis meses, pero estoy muy inconforme es por el sitio para donde vamos, pues ya empezó el invierno, eso allá no tiene piso y por lo menos que le pongan un mortero y que las caseta hubieran sido medidas para uno poder trabajar sin problemas y que le pongan un techo más o menos bueno”.

Mónica López Muñoz:

“Trasladarnos para otro lado nos perjudica básicamente en las ventas, y la duda es que de pronto no nos vuelvan a ubicar dónde estamos y entonces empecemos de Herodes a Pilatos”.

Francisco Javier Valencia Quintero:

“Somos inquilinos del pasaje Cervantes, llamado sector de los libreros, me parece muy interesante el proyecto y el aporte por más de dos décadas a la cultura y especialmente a la lectura ha sido importante, pues no solo la gente del Quindío se beneficia, sino pobladores de Risaralda y Norte del Valle.

Afortunadamente la administración municipal nos ha tenido en cuenta, aunque sabemos que los recursos provienen del gobierno central, aquí quedará un punto de Vive Digital, oficinas para los ediles de la comuna siete y a nosotros se nos respetará el sitio”.

Gladys Valencia Valencia (Presidenta de la  Asociación pasaje Cervantes Saavedra):

“Esto es un bien para todos porque aquí se construirá un centro de desarrollo vecinal, el cual es un programa del gobierno nacional y nos vemos favorecidos porque vamos a mejorar y esperamos que en seis meses volvamos, aunque yo tengo fe de que en diciembre estemos nuevamente aquí.

En cuanto al sitio para donde vamos debemos hacer claridad que en concertación con la EDUA, nosotros mismo escogimos el sitio de la temporalidad”.

Milena Ortiz:

“Esto es una transición mientras construyen el centro comercial del libro; tendremos locales muy bonitos y vale la pena el esfuerzo porque representa mejorar en nuestra actividad económica y el desarrollo de la ciudad.

La gente aún cree, la gente de la ciudad es buena y como es buena piensa que sus gobernantes son buenos y bien intencionados, por eso  desde este medio también esperamos de la buena fe de quienes están encargados de este proyecto y le cumplan a la gente y no provocar de pronto que don Miguel de Cervantes Saavedra, principal inquilino de este lugar se revuelque en su tumba porque lo mandaron al cuarto de san Alejo, o García Márquez proteste porque ya no hay por allí el Olor de la Guayaba, o no podamos leer a Jorge Isaac, los niños soñar con Pinocho o Caperucita Roja, o los intelectuales y filósofos dejen de aumentar sus conocimientos porque con la cultura y el deporte sucede lo mismo: las tratan como Cenicientas y todo se convierta en una verdadera Odisea”…

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