Por: Manuel Gómez Sabogal

En este país de locos, se hacen peticiones a todo mundo para que haya paz. Algunos proponen que durante los fines de semana y días de fiesta, haya desarme, es decir, queda prohibido portar armas, aunque se tenga salvo conducto. Otros, están esperando que los altos mandos de la guerrilla, los paramilitares y demás, declaren la tregua entre el 15 de Diciembre y el 15 de Enero.

Es decir, en este país de locos, se puede asesinar de lunes a jueves y después del 15 de Enero. Es una noticia que los periodistas buscan afanosamente. Entrevistan a los líderes guerrilleros y les hacen las mismas preguntas como si la famosa tregua fuese algo espectacular. No me parece. No puede hacerse una propuesta para indicar a quienes no valoran la vida que pueden matar cuando cese la tregua.

Yo pido una tregua, pero de verdad. Una tregua indefinida. Una tregua que nos lleve a reflexionar acerca del valor de la vida. La importancia que tiene la vida de una persona es tal que creo, no creemos que somos seres humanos, pensamos, discernimos, entendemos, sentimos felicidad, tristeza, alegría, soledad, entusiasmo, cariño, ternura, amor.

Somos seres humanos, pero muchos no piensan así. Matar se convirtió en rutina, algo normal, frecuente, diario. Colombia es un mar de sangre, porque nada hacemos para que la situación cambie.

Podemos cambiar. Cada uno puede hacerlo. Podemos decir sí al cambio, a la vida. No más a muchas cosas que nos rodean. No solamente al secuestro, sino a la corrupción, a los políticos mentirosos de siempre, al FOREC, a senadores y representantes corruptos y mentirosos, a quienes sacan provecho personal de situaciones de la comunidad. No más atropellos.

Navidad en paz implica periodistas serios y objetivos, políticos más honestos, senadores y representantes que no sean corruptos y que no se escondan cuando de hablar de Su salario se trata. ¡Navidad en paz y tregua indefinida!

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