hernan-pelaez-1Por considerar el artículo de vital importancia lo retomamos de La Calle Real que habitualmente escribe el periodista Gilberto Montalvo Jiménez. 

Por: Gilberto Montalvo Jiménez

Las aureolas de los que están en las alturas algunas veces son de icopor.

Hernán Peláez seguramente ha ganado una alcurnia con base en su permanencia por mucho tiempo en los medios de comunicación pero al final de su periplo como director de La Luciérnaga, el más escuchado de la radio en su franja, deja mucho que desear por la falta de responsabilidad en la entrega de información falsa y carente de todo respeto público.

En nadie es tolerable semejante desinformación, pero menos en un personaje que se ha ganado una reputación que si nos atenemos a la inmensa falta de comprobación de lo que dice nos han sometido a un engaño por muchos años.

Cuando se gana un respeto, según lo que se escuchó hoy, su credibilidad ha quedado en entredicho.

El señor Peláez dijo en forma irresponsable que el rector de la Universidad del Quindío “invirtió en unas bahías cinco mil millones de pesos, renunció y salió y se fue. Argumenta además que “esos trabajos son en compañía de la gobernadora del Quindío”.

No obstante lo anterior y en un acto reprochable por lo falso y mendaz asegura sin ruborizarse que la gobernadora y la alcaldesa de Armenia no se pueden ver, pero “en las noches se encuentran y conversan y que tal hermana y listo “

No se puede caer en el barrial de la falta de respeto por los oyentes y más cuando se tiene una audiencia tan  calificada.

De otro lado, el rector de la Universidad del Quindío no ha renunciado ni se fue para parte alguna, fue suspendido por la Procuraduría por un mes porque se le comprobó que no contestó un derecho de petición y jamás por corrupción.

El caso de las elecciones de los distintos voceros en el consejo superior de la universidad se hicieron dentro de los cánones estipulados por la autonomía propia de esta clase de instituciones.

El señor Peláez si se toma un pequeño tiempo de su precioso respeto por la verdad habría podido comprobar que las obras que se realizaron en la Universidad del Quindío se apropiaron de acuerdo a las disposiciones del Ministerio de Educación a través del CREE y que corresponden así: 470 millones para las entradas y bahías del frontis del alma mater, 2.600 millones en la construcción del edificio de Bienestar Universitario, 490 millones en el auditorio del Jardín Botánico. Todo lo anterior han sido procedimientos dentro de lo dispuesto por la ley 80 y con las interventorías pertinentes.

Si tuviera comprobaciones de malos procedimientos ha debido hacer una denuncia con elementos y no con una falta de información que ruboriza a cualquier desprevenido.

Entonces, en un ejercicio que me tomó pocos minutos de confrontación, evaluación y verificación pude comprobar que todo fue aprobado por el Consejo Superior de la universidad y  no por un “rector fugitivo” como lo asegura el señor Peláez Restrepo.

 Si ese es el periodismo que ha ejercido el doctor por espacio de 50 años, esta mierda ha estado en manos de  personajes que no generan de manera alguna consideración y menos respeto.

Final extravagante por irresponsable el del doctor Peláez cuando atropella a una audiencia que a lo mejor, según su leal saber y entender, es de opas o de imbéciles.

Nada tengo que ver con la Universidad del Quindío, su rector o los amigos o no de la gobernadora o la alcaldesa de Armenia pero si me causa repugnancia que una información de mi tierra se trate con tanta falta de ética y decoro. Nada más.

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