10402644_746251855437906_3770181346777117583_nYa no hay necesidad de certificar el gran momento de la selección Colombia; esa misma que en los últimos días nos ha llenado el corazón de ilusión, nos han puesto a pesar, y porque no, en obtener una copa del mundo, puede ser algo intangible para un país de poca experiencia en este certamen, pero el coraje de este conjunto, despierta esa sensación en cada colombiano.

Por: Cristian Marín Zuluaga

A lo mejor no es ese fútbol de toque toque, de trenzar jugadas para mover los porcentajes en la posesión, esa identidad que nos caracterizó por muchísimo tiempo, se ha ido disolviendo, para darle paso, a una estructura dinámica, de explosión pero sobre todo de resolución; esa arista ha sido la constante del equipo nacional en Brasil, que hoy lo tienen clasificado con puntaje perfecto, y que lo ubica en la palestra como una de las 16 selecciones de más competitividad del mundo.

El primer chequeo antes de llegar a respirar los octavos será Japón, hoy después de las tres de la tarde la pelota rodará, y los de Pékerman volverán a saltar al ruedo con esa convicción de sumar de a tres para asegurar el primer lugar de la zona.

Personalmente yo esperaba un poco más del once asiático, para mi Japón ha sido inferior a la exigencia. En la línea de tiempo quedará para la historia, aquellas escuadras luchadoras, de un inagotable despliegue físico, de un corazón valiente, este Japón se ha ido deteniendo en el tiempo y todas esas virtudes han pasado a un segundo plano.

Esto abre las posibilidades de Colombia de continuar con su racha inigualable, de terminar esta primera etapa con un número esquivo para los nuestros en sus cuatro anteriores participaciones, esto se asoma como el premio a una de las mejores selecciones en el trecho de conocer los 16 predestinados a levantar el título.

Ya Colombia tiene la tranquilidad de tener el tiquete en el bolsillo, de contar además con una cuantía de eficacia, con cinco goles concretados y tan solo uno recibido, esto independientemente del resultado de hoy, perfilan a Colombia a pasar a la siguiente fase como líder de su columna.

Ahora, puede sonar un poco prematuro pero es tiempo de empezar a mirar al frente, y mirar al frente es apreciar los posibles rivales en la segunda ronda. Colombia sí es puntero del grupo C, enfrentará al segundo del grupo D; todo apunta a un cruce entre selecciones latinoamericanas. Por una vertiente navega Costa Rica, los ticos parcialmente conducen su grupo y podría terminar en esta casilla, sí llega a suceder así, creería que el rival de Colombia se develaría de lo que llegue a suceder entre Italia y Uruguay, dos potencias mundiales, que chocan en la última fecha de grupos para definir su supervivencia en la copa.

Si se pudiera elegir, a ojo cerrado preferiría ver a mi selección enfrentar a Costa Rica, es claro que ha sido la gran sorpresa del mundial, pero siempre será mejor avizorar a un combinado como los ticos, que tener que pensar en medir fuerzas ante la garra charrúa. A través de la historia los uruguayos siempre han demostrado su fortaleza y su orgullo de patria, por momento en el campo generan la sensación literal, de tener que matarlos para poder superar a sus soldados.

La otra opción sería Italia, si clasifica el europeo con el centro americano, entonces allí pensaría mejor en chocar ante la azurra, los de Prandeli han evidenciado falencias y cansancio en sus jugadores, mientras que los de Pinto reflejan hambre de gloria en su mirada y esto podría ser un escollo complicado para Colombia.

En conclusión y apelando a la frase ya conocida en este tipo de situaciones que señala: “para ser campeón hay que ganarle a cualquiera”, creo en Colombia, su nivel esta para jugarle de tu a tu a cualquiera, simplemente hicimos un juego de probabilidades que al final poco interesan, porque la fiesta del mundial hoy nos tiene con el corazón agitado.

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