Como presidente del Concejo de Manizales para el último período del cuatrienio fue elegido el abogado Francisco Javier González Sánchez, quien representa al Partido Verde.
Con 10 votos, González Sánchez ganó la presidencia para la vigencia 2015, cargo para el cual también fue postulado el concejal Ignacio Alberto Gómez Alzate, del Partido del Conservador, quien obtuvo 9 votos.
Como primer vicepresidente fue elegido con 11 votos Óscar Andrés Gómez Botero, del Partido Conservador, y como segundo vicepresidente, con 13 votos, Hernando Marín García, del Partido Liberal.
También fue elegida con 11 votos, como secretaria general de la corporación, cargo para el cual se postuló a Claudia Marcela García Charry, administradora de servicios informáticos.
Al cargo aspiraban, igualmente, la abogada Diana Constanza Mejía Grand y el arquitecto Wilson Valencia Betancur, actual secretario general.
Francisco Javier González Sánchez nació en Manizales, es hijo de Mariela Sánchez y Gerardo González (fallecido); es el menor de tres hermanos. Cursó estudios de primaria en la Concentración Escolar Juan XXIII, y de secundaria en el Colegio Oficial Mixto San Pio X, del barrio La Enea. Es abogado egresado de la Universidad de Caldas, donde obtuvo tesis meritoria. Cursó estudios de especialización en Legislación Tributaria y Aduanera de la Universidad de Caldas; Especialista en Derecho Constitucional de la Universidad Nacional de Bogotá, y Magíster en Derecho Comercial de la Universidad Externado de Bogotá.
“Reconozco mi satisfacción por no haber obtenido un triunfo por unanimidad, pues de esta al totalitarismo, solo hay un paso. Por eso gana la democracia, la institucionalidad. En este Concejo no hay ni habrán enemigos, solo, y por fortuna, formas distintas de ver la ciudad, pues es precisamente en la diferencia donde se fortalecen los principios y valores supremos que han de regir los destinos de las corporaciones públicas”.
Destacó que será necesario revisar la estructura interna del Concejo, en términos de equidad, mérito y formación:
“No debería el Concejo asumir responsabilidades políticas por decisiones que no son suyas, y en ese sentido, la realización de obras por derrame de valorización, debería implicar una unidad decisoria, una responsabilidad institucional; de la misma manera, deberá estudiarse si existen argumentos que sustenten por qué Manizales es la única ciudad con el impuesto al teléfono. El debate público a las entidades descentralizadas debe tornarse en acciones concretas para fortalecer la labor misional de organizaciones como Infimanizales, asunto frente el cual el Concejo debe ser un protagonista, antes de que sea demasiado tarde”.
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