Por: Alber Deylan/ Redactor Cultural Eje Noticias
Juan Carlos Suárez
Por segundo año consecutivo, el paisaje quindiano volverá a importante galería de Trinidad y Tobago, lugar a donde Juan Carlos Suárez llegará con una serie de obras entre ellas las Bromelias que desde el Valle del Cocora se extenderá hasta la isla caribeña.
Este artista nació en Bogotá, pero desde los 5 años reside en Calarcá, hoy vive en Circasia, lugar de inspiración permanente para su obra, cuyos lienzos custodian el verdor del paisaje quindiano, el mismo que Juan Carlos recorre todos los fines de semana para luego entrar a formar parte de una serie, la que es llevada a diferentes regiones de Colombia o del exterior.
Como todo pintor, sus inicios fueron desde el colegio, pero en el año 1.997 ingresó a la Escuela gráfica Taller Dos de Calarcá y al lado de destacados maestros a nivel nacional, recibió finos trazos lo que hicieron de Suárez un destacado caricaturista que lo llevó a participar de varias ferias del libro en la Capital de la República. Por momentos los Centros Comerciales de Armenia fueron atracción a las caricaturas, que en vivo y en directo realizaba a transeúntes quienes encontraron en el artista, una persona con una calidad excepcional. Pensando en otros escenarios, se traslada a Salento y si bien, la aceptación fue la misma por parte del público, allí se detuvo en el extenso valle del Cocora y sobre todo, en la neblina que cubría los árboles; desde ese momento decide dejar la forma y entrar en el color, lo que se pegó a su piel y hoy le ha dado la oportunidad a que su obra tenga trascendencia no sólo a nivel nacional, sino internacional.
A finales de este año, la Isla Caribeña será testiga de su obra y desde ya, piensa muy en serio trasladarse a México, allí tiene importantes contactos y sobre todo, su obra es ampliamente conocida, lo que le permitiría abrir nuevos escenarios “Simplemente pinto las maravillas del paisaje de la región, sé que aquí es muy difícil que reconozcan el trabajo de un artista, no me detengo en eso, quiero salir adelante y exponer en el exterior. Amo la región y muestro a nivel mundial lo que tenemos, más no esperando un reconocimiento. Simplemente quiero mostrarle al mundo lo que somos” es lo que expresa Juan Carlos, mientras recorre su casa de arquitectura típica de la colonización paisa, la que está colmada de obras en cada una de las paredes y las que, con una taza de café en mano, mira con detalle para el pulimiento posterior.
Juan Carlos sale todas las mañanas de su casa a recorrer las calles circasianas, luego regresa a su taller a pintar hasta que el sol cae, al final, sus obras artísticas son el resultado a una entrega, dedicación y esfuerzo por sacar adelante la plástica, pero sobre todo, su satisfacción se centra en que cada uno de sus lienzos quedó parte de este territorio quindiano, el que ama y lleva en su corazón.
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