La alegría se tomó a 38 veredas de Manizales, gracias a la nutrida programación que la administración municipal diseñó para que los campesinos celebraran su día.
Cada uno de estos puntos rurales contó con un despacho del gobierno local como padrino, para garantizar la integración y el acompañamiento en estas actividades que dejan ver la importancia del campo en el desarrollo de la capital de Caldas.
Grandes, pequeños y adultos mayores disfrutaron de juegos, teatro, competencias y arte que despertaron el animado espíritu de una población que ahora cuenta con la inclusión como un elemento para tejer sentidos sociales.
La Unidad de Desarrollo Rural de la Alcaldía de Manizales fue la encargada de desplegar esta logística que fue designada en cada zona, según las preferencias de sus habitantes.
La gastronomía también fue primordial en esta jornada que deja inmensas ganancias para un campo que cada vez está más cerca de alcanzar sus metas de desarrollo.
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