Por: Andrés F. Zapata
En nuestra querida capital quindiana nos acostumbramos a ver las vías desorganizadas, las calles tapadas por algún arreglo, o peor aún, con la imposibilidad de pasar por algún sitio por los enormes imperfectos viales que existen a cada cuadra.
Así como estos factores, las pocas vías alternas y el incremento incesante de automóviles y motos en la ciudad, hacen que el flujo vehicular sea cada día más complicado para todos, viéndose afectados tanto conductores, como peatones.
Al ser Armenia una ciudad tan pequeña y con tan escasas rutas alternas, cualquier evento, o cualquier situación que necesite de la intervención o la ocupación de una calle o una carrera, convierte en un caos vehicular a casi que por completo la ciudad entera, o al menos un sector.
Esto fue lo que sucedió por ejemplo este sábado anterior en el parque de Laureles, al norte de la ciudad. El denominado Pop-Up Market, feria de diseñadores, es un evento que se realiza periódicamente con el fin de que empresarios jóvenes de la región, den a conocer sus productos o servicios en un lugar donde se puede disfrutar de buena música, comidas y diversas actividades de entretenimiento.
Hasta ahí muy bien. El problema es que a todo lo mencionado anteriormente, se le suma el hecho que el poco personal de Tránsito que hay en la ciudad, no hace presencia en eventos como estos, aumentando así el caos vehicular que se forma porque los carros y motos estacionan como quieren, formando un completo despelote para el resto de vehículos en las calles y carreras aledañas.
Definitivamente los organizadores de eventos como este, deberían pedir ayuda de agentes de tránsito, para que con su presencia, regulen el flujo vehicular y eviten que los sectores se colapsen como sucedió el sábado anterior a eso de las 6 de la tarde, cuando esta zona se embotelló por completo.
Más control señores de Tránsito.
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