Por: Andrés F. Zapata
No dejaremos de insistir. Basureros en medio de la ciudad
Este punto, en la zona aledaña del barrio Galán en Armenia, acumula diariamente kilos y kilos de todo tipo de basura, que tanto residentes como comerciantes inescrupulosos del sector, han dispuesto como su depósito principal, sin importar cuantos días dure esta misma allí y el resto de consecuencias que esto ha traído.
Es inaudito que a pesar de la incomodidad, rechazo y protestas por parte de la comunidad, las entidades municipales a cargo de controlar y mejorar el aseo en la ciudad no se alerten y no tomen medidas correctivas que terminen en una solución pronta y efectiva a los diversos problemas de basuras que se presentan en la capital quindiana.
Y es que no es únicamente este punto. En armenia, hay decenas de zonas barriales o céntricas no aptas para el cumulo de basuras que son dispuestas de una manera descarada con este fin por parte de la misma ciudadanía, que sin ningún control siguen afeando su propio entorno.
El problema del barrio Galán, ubicado exactamente en la esquina de la carrera 17 con calle 9 ha sido cuestionado y criticado por residentes del sector que consientes del daño visual e incluso ambiental que se está produciendo, han pedido o más bien exigido en repetidas ocasiones a las autoridades locales, que se apropien de la situación y que tomen medidas contra los ciudadanos reincidentes que continúan atentando contra el bienestar común.
Muy conchudamente, cuando esta pila de desechos humanos y de todo tipo se ve muy excesiva, los mismos responsables prenden fuego a la basura, inundándose el ambiente de un fuerte y desagradable humo negro que afecta aún más a las personas del sector, todo esto con el fin de seguir con su suciedad y continuar cosechando basura.
Aparte del incomodo hecho de la cantidad de basura que se acumula en esta zona, de los malos olores que emana y de la falta de cultura por parte de quienes lo hacen, otro problema latente es la proliferación de roedores que merodean el lugar e incluso los lotes
vecinos, convirtiéndose esto en un problema que incluso afecta la salubridad pública.
Es urgente que las autoridades responsables tomen de una vez por todas las medidas correctivas para solucionar permanentemente este tema y poner sanciones ejemplares a quienes sigan incurriendo en este lamentable hecho.
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Arreglos que afectan la movilidad
Es cierto que dentro de la zona urbana, hay ciertos puntos que necesitan de un arreglo en la infraestructura vial, y obviamente es preferible a que se efectúen etas reparaciones de una manera ágil a que por el contrario se dejen pasar las semanas o meses sin ser solucionados e incluso agravándolos más, pero también supone uno como ciudadano que cada vez que se hagan estos trabajos se deben tener planes de contingencia por así decirlo para que no afecten de una manera mayor a la ciudadanía.
De esto, es un claro ejemplo lo que sucede en toda la esquina de la carrera 13 con calle 18 en pleno centro de Armenia, en donde se está llevando a cabo desde hace varios días una reparación sobre la vía principal y que ocupa un carril entero de esta, generando trancones entre los conductores y confusión entre los peatones, quienes tal como se ve en la gráfica, ven vulnerados sus derechos de movilidad por la falta al menos de un agente regulador de tránsito que sirva como autoridad para hacer respetar el paso oportuno de los vehículos y especialmente de los transeúntes, que pueden correr el riesgo de un accidente por la falta de control.
Muy bien entonces que se agilicen los daños en la malla vial, pero así mismo debería controlarse el tema de la movilidad para así no afectar a nadie.
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Los malparqueados
Recuerden señores o señoras conductoras, esta sección no la hacemos con ánimos de ofender o dejar en ridículo a nadie, pero si con la convicción de que tomen “escarmiento” y aprendan a comportarse en las calles cuando estén manejando y no dejen sus vehículos parqueados en sitios donde no se debe.
Tal como el taxi de la gráfica, que en plena zona centro de Armenia, calle 15 con carrera 15, le dio por estacionarse justo en una curva y sobre la rampa destinada para el tránsito de las personas discapacitadas.
Pésimo ejemplo, aprendamos a ser mejores ciudadanos.
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