Conoce como pocos su municipio, nació, se educó, se formó, se hizo profesional, tuvo sus hijos y comparte con su familia en Circasia. Es un hombre totalmente dedicado a su profesión de ingeniero, serio, sereno, amable, humilde y trabajador. Así es Carlos Alberto Duque Naranjo un hombre enamorado de su familia, de su profesión y de su tierra.
La vida le dio la oportunidad de ser alcalde ya en un período, conoció de cerca la problemática de su municipio, sabe de las grandes necesidades que padece su comunidad, razón que lo motivaron a aceptar la invitación de sus amigos para postular su nombre al próximo ejercicio como alcalde.
Aceptar la candidatura no ha sido nada fácil, sus detractores no pierden el tiempo para injuriarlo, calumniarlo y tratar de destruir su nombre y su reputación. Sin embargo, para Carlos Alberto Duque Naranjo el participar del ejercicio democrático lo expone al escarnio público. Dice el ingeniero que “el que nada debe nada teme” y agrega que “quien tiene rabo de paja no se arrima a la candela”, motivos suficientes para no sacarle el juste a sus compromisos y menos cuando se trata de trabajar por su gente, por su propio pueblo. “Al no tener rabo de paja me arrimo tranquilamente a la candela, no le huyo al debate con seriedad, respeto y criterio pues tengo la conciencia tranquila, he sido respetuoso con el semejante y así espero que me correspondan, no me gusta injuriar a nadie, pues no soy nadie para cuestionar a los demás”, dice con absoluta tranquilidad Duque Naranjo.
En vísperas de las elecciones su propósito es ser elegido por su pueblo para poder cambiar el modelo de vida de los Circasianos, es un sueño, un anhelo. Carlos Alberto Duque Naranjo espera el apoyo total de los habitantes de Circasia en las elecciones de este 25 de octubre.
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