Motivador infatigable, experto conductor de grupos y querido por sus jugadores, el seleccionador de fútbol de Colombia, el argentino José Pékerman, llevó al combinado cafetero a su más alto nivel y le devolvió la fe a una afición que hoy lo idolatra.
El entrenador, un exfutbolista de 65 años, asumió el mando del seleccionado cafetero en enero de 2012 en medio de una profunda crisis ocasionada por la ausencia de Colombia en tres mundiales seguidos (2002, 2006 y 2010), y por la pérdida de identidad de su juego, pese a que el país siempre contó con buenas figuras.
Dedicado, meticuloso, de poco contacto con la prensa y enemigo declarado de las polémicas, Pékerman se dedicó a fortalecer mentalmente a su grupo de jugadores y a incentivar en ellos el deseo de ganar y recuperar la gloria que habían alcanzado las selecciones dirigidas por Francisco Maturana y Hernán ‘Bolillo’ Gómez en la década de 1990.
Pékerman conoció el fútbol colombiano de primera mano pues fue jugador del Independiente Medellín en 1975, pero su retorno a tierras cafeteras, esta vez como seleccionador nacional, solo se dio luego de una dilatada carrera frente a la selección Sub-20 argentina, con la que ganó tres campeonatos mundiales (Qatar-1995, Malasia-1997 y Argentina-2001), y como seleccionador absoluto en Alemania-2006.
El DT, de voz rasgada, pinta de padre bonachón y que nunca pronuncia una palabra de más, dirigió a Tigres y Toluca en México antes de asumir el reto ofrecido por la Federación Colombiana de Fútbol (FCF), que lo tenía como segunda opción luego de recibir el rechazo del argentino Gerardo Martino.
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