Alberto Luis Gálvez Mejía

Alberto Luis Gálvez Mejía

En esta jurisdicción nos acostumbramos a andar de tumbo en tumbo. En materia electoral pasamos de un estado contemplativo, ensimismados ante la tozudes de los hechos, a  participar en todo tipo de aquelarres y consejas de bajo calado, con tal de detener el impacto, no mediático, del grupo “Firme” en sus convicciones y principios.

Pues bien, primero fueron los hermanos “godos” como los llama cariñosamente un comentarista radial, melifluo por cierto, quienes a base de componendas de directorio, le pusieron la zancadilla aleve al Presidente del Directorio Departamental Conservador y Presidente de la Duma Departamental, atravesando en su camino de lealtades y compromisos serios, los pelmazos de Andresito Pastrana y Martha Lucía Ramírez para tratar de legitimar a toda costa la candidatura del Cura Osorio a la Gobernación del Quindío, otrora consejero espiritual y exorcista oficial de Andresito.

Posteriormente, los señores del Centro Demoniaco pintorescamente bautizados así por el columnista Ramiro Bejarano, después de aceitar la maquinaria de la candidatura a gobernación en favor de Jota Domínguez e inflar su legítima aspiración, lo dejan por fuera y con los “chiritos” de fatiga comprados, o fiados qué se yo, para afrontar el escozor de la campaña, y como por arte de magia lo desplazan sin pena ni gloria y sacan del cubilete el apoyo al Cura, en un remedo de convención influida por una minoría estatutaria de domesticados participantes y quizás recibiendo órdenes directas del ungido, aculillados por lo que se ve venir como una estruendosa derrota.

En efecto, el pasado fin de semana esa minoría perversa acolitada por el veedor del grupúsculo en el Quindío, el Dr. Grajales conocido por sus actitudes pendencieras en la vía pública y su “atornillamiento” en una de las notarías de la ciudad, aprobaron el respaldo al Cura, sin siquiera ponerse desteñidos y reduciendo a su mínima expresión la dignidad y autoestima de Domínguez, quien posteriormente ripostó contando a viva voz la manguala de que fue objeto por parte de la tal Luspi para que declinara su aspiración.   Qué cosas se ven en la viña del Señor.

De esa forma empieza a caminar a pasos agigantados la estrategia non santa en la que son expertos el Sr. Uribe, su alter ego Zuluaga y sus adláteres parroquiales, y no exclusiva de las Farc; utilización de todas las formas de lucha habidas y por haber, incluidas las “chuzadas” y la incorporación a sus filas de hackers y brujos de todo pelambre, léase politólogos y consejeros espirituales, para implementar en este pedacito de patria descuidada por Santos y su Vicepresidente, otro remedo de lo que se conoció en su momento como “Toconsan”; Todos contra Santos, en una cruzada ignominiosa regional de “Toconfir” (todos contra Firmes), que pretende influir para que desde los estratos 6 en adelante, se opongan sin mayores argumentos contra los candidatos del movimiento que se caracteriza por su posición FIRME” contra la desigualdad y los privilegios de las élites.

De tiempo atrás se venía cuchicheando en los mentideros de la calle real la intención de ponerle palos en la rueda a los candidatos que se identifican con la postura ideológica de la actual Gobernadora, utilizando sin mucho recato todo tipo de componendas, embustes y mañas de alcantarilla con tal de desprestigiarlos y poder posicionar al personaje que fielmente los representa, el otrora ignorado Cura de La Virginia.

Como no encontraron en su impoluta hoja de vida los trasfondos tenebrosos que hubiesen querido descubrir para desatar sobre ellos la cadena de infamia que menoscabara sus pretensiones, entraron en un trance de contrariedad que se trasmutó en brote psicótico por lo que ellos mismos avisoran a escondidas, como una estruendosa paliza, dada la solidez de las campañas del fucsia para Gobernación, Alcaldía de Armenia y demás municipios del Quindío.

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