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Frente al crítico panorama de seguridad que padece el departamento del Quindío, sí se justifica el incremento del pie de fuerza en tan solo 100 uniformados así como lo manifestó el propio director nacional de esa institución General Rodolfo Palomino López en su reciente visita a la capital quindiana.

Las escalofriantes estadísticas con más de 100 homicidios en lo que va corrido del año, el incremento en el microtráfico en todo el departamento donde nuevas bandas se vienen apoderando del mercado ilícito, los permanentes fleteos en las calles de la capital, atracos, abigeato y otras actividades delincuenciales, demuestran que aquí se tiene que montar un poderoso frente de seguridad, desde luego con las propias autoridades, para evitar o al menos contrarestar las acciones derivadas en muchos casos por los actores en el aumento de la venta y consumo de estupefacientes.

Cuando decimos de un frente de seguridad no queremos decir de alguna Convivir o grupos de paramilitares que tanto daño le han ocasionado al país. Hoy por el avance de la delincuencia, el departamento considerado como uno de los más pequeños en Colombia, merece un mejor trato en materia de seguridad por parte del Estado y de los mismos organismos que regentan las fuerzas armadas en  el país. Pero 100 policías no son suficientes para garantizar una total seguridad en la región, o que al menos con ese número, más lo que se tiene se van a desbaratar esos pequeños reductos de delincuentes que lentamente se han ido apoderando del mercado de drogas en municipios como Montenegro, Circasia, Calarcá, La Tebaida, Quimbaya o Armenia los más afectados por los efectos que se desprenden del microtráfico.

Tiene el comandante del departamento de Policía Quindío una dura tarea y una dura responsabilidad en salvaguardar y proteger la seguridad de los quindianos en medio de esa oleada de sicariato, aumento en la venta de estupefacientes  y por ende el control sobre los maleantes que usan todo tipo de artimañas para cometer sus delitos.

El viernes anterior y en audiencia pública las autoridades presentaron un nutrido grupo de delincuentes pertenecientes a dos bandas criminales que cayeron en La Tebaida y otros sectores, el Palacio de Justicia de Armenia se vio copado por parientes, familiares y seguidores de estos personajes que cayeron en sus manos mediante sus respectivas ordenes de captura. Ese y otros oportunos golpes demuestran que si se puede, que las autoridades están en capacidad de llegar al meollo del problema utilizando los procedimientos legales y sin descuidar ningún ángulo por donde la delincuencia pueda seguir campeando tranquilamente.

Tenemos la seguridad que el refuerzo no es suficiente, pero si mitiga en parte el grave problema de seguridad que tenemos los quindianos.

La dirección.

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