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La inestabilidad de Deportes Quindío definitivamente sorprende. La semana anterior registrábamos el detalle del sonoro triunfo en la heróica, ganando con inteligencia tres puntos ante uno de los equipos de mayor producción durante la temporada. Hoy  de nuevo se asomaron las lagunas y lo conseguido en Cartagena se borró con codo.

Por: Cristian Marín Zuluaga

El domingo era otra buena chance para ver el crecimiento colectivo del milagroso, para ratificar los orquestado por fuera de su patio y así buscar una colocación de mayor seguridad en la tabla de posiciones, sin embargo ante un endeble Bogotá, los cafeteros volvieron a titubear y de repente la racha negativa volvió aparecer.

No le rinde a los de Prince. Ya promediamos la mitad de la etapa regular y los dígitos dejan apreciar la desastrosa campaña. Un elenco que se la ha pasado mendigando resultados que a lo mejor ha merecido, pero  que gracias a la carencia de jerarquía no ha podido cerrar en el momento preciso.

Quindío volvió a la deshonrosa décimo tercera casilla, y ve desde muy lejos al líder del campeonato que lo aventaja con 17 puntos, una distancia severa por lo que representa el cuadro de Armenia en el torneo. Es una de las instituciones obligadas a estar metido en la conversación de clasificación y de liderato.

El puntero solido del campeonato de ascenso es Bucaramanga, allá en el oriente le están dando una cátedra a los 15 equipos de a B y en especial a los ya carnetizados como conjuntos de primera categoría. Hoy el Leopardo puntea con solvencia, da gusto verlo jugar y todo se debe a la osadía de sus dirigentes  que sin miedo al fracaso y apostándole al progreso de ciudad, ven en su cuadro profesional, el vehículo para lograr, para regalar diversión en una ciudad importante del país. A parte confían en devolverle el show de la A, a la capital santandereana.

En Bucaramanga no escatimaron recursos para articular un equipo serio, con un cuerpo técnico trabajador y ya consagrado en la categoría. Así lo demuestran los resultados, un equipo con musculo financiero y con soporte deportivo, por esas razones gozan los hinchas del leopardo.

Abandono

En Armenia seguimos sometidos a indiferencia, al abandono y al fracaso. Duele decirlo pero de seguir las cosas así y no ver una respuesta inmediata del dirigente del Quindío, la B será otro castigo durante el 2015 y desde ya me atrevo a decir que de igual manera durante el 2016.

Aún resta mucho trecho, las probabilidades de levantar producción existen pero una cosa es verlas otra muy distintas es palparlas. Este equipo deberá seguir remando en busca de un equilibrio deportivo para no seguir siendo el hazme reír de la competencia.

Viene América el lunes, otro naufrago de resultados, ojalá Quindío se sacuda para empezar a enderezar el camino, porque hasta el momento el semestre se va reprobando, una precoz eliminación de la copa y una campaña para el olvido el campeonato donde se juegan todos los intereses por regresar al espectáculo de la liga.

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