Sin título-1

Por: Andrés F. Zapata

Que pereza la politiquería, los malos gobernantes, las infamias, los actos deshonestos con el propósito de hacer quedar mal a la oposición y el fanatismo que muchos le profesan a ciudadanos que en el momento son candidatos a algún cargo político pero que a final de cuentas son ciudadanos como usted o como yo.

El departamento del Quindío y principalmente su capital se ha visto permeada durante los últimos periodos electorales por una pelea inmoral e indecorosa entre partidos y partidarios políticos, en donde lo que más salta a la vista es el afán permanente de enlodar las campañas de los opositores antes que resaltar las virtudes propias y de demostrar con verdaderos hechos las buenas intenciones que cada uno tiene para con su comunidad.

Es cierto que estas situaciones no solo se ven en nuestro departamento. El país e incluso el resto del mundo no es ajeno a esta situación, en donde el fanatismo político llega a tal punto que se “pordebajea” la moral humana, se insulta, se ofende, se hiere o incluso se mata solo por defender y pertenecer a un grupo político distinto.

Menos mal en nuestro departamento aún no hemos llegado todavía hasta ese extremo de violentar físicamente a los demás al respecto del tema político, pero la parte moral si es la que se ensucia constantemente por lograr los objetivos personales o de un segmento político a costa de lo que sea.

Esto lo menciono por el último escándalo que ha tocado las fibras de muchos y que una vez más evidencia lo cochina que puede llegar a ser la política o como recién lo mencioné, el fanatismo que muchos pueden llegar a tener por algún partido o candidato a tal punto de afectar al otro.

Realmente es sucio, inmoral, irrespetuoso y denigrante el tema de los volantes falsificados, en donde por medio de una réplica exacta a uno hecho en días pasados por la Administración Municipal de Armenia, se hacía quedar mal a la alcaldía con relación al tema de las obras por valorización y la estratificación, cambiando tan solo algunas palabras a conveniencia.

Es claro que este tema de las obras por valorización ha generado mucho debate y polémica entre la ciudadanía, pero esto no se puede prestar para cometer actos como estos, que incluso rayan en el ámbito penal.

No estoy diciendo o señalando en ningún momento que la oposición haya sido la responsable de este hecho vergonzoso, o que algún grupo o persona en particular se hubiera encargado de hacerlo, pero si debe de existir algún autor que debe responder por estos actos.

Incluso desde los mismos partidos opositores lo correcto sería que sus líderes llamaran a la calma a sus seguidores y se dedicaran a hacer sus labores de una manera legal, demostrando sus virtudes y no atacando y justificando su campaña en las debilidades de sus oponentes.

Desde ya tengo mis candidatos fijos por quienes votar este próximo 25 de octubre, pero prefiero ser lo más imparcial posible, así como todos deberían serlo. No más politiquería, infamias, atropellos y fanatismos, esto va para todos los partidos y seguidores.

Que gane el mejor, pero que sea con méritos propios.

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