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La Calle Real

Por: Gilberto Montalvo Jiménez 

Hay cierta modorra pero hacia la tribuna, entendible por la jornada navideña, época en que muchos políticos, la mayoría, se enconchan, para evitar el cúmulo de exigencias de aquellos que tienen por profesión asaltar a los asaltantes tras  sinecuras baladíes y baratijas que se constituyen en la cuota inicial de lo que serán los embates de  los múltiples pedigüeños que se aglomeran antes y después de elecciones.

Los hay de todas las layas. Verdes, azules, rojos, amarillos, para el efecto es la misma barahúnda.

Los caciques que nunca han faltado tienen las uñas afiladas para dar el zarpazo.

Repaso con mano alzada

Si nos asomáramos al partido de gobierno en Armenia, lo que llaman partido liberal, no  existe como colectividad organizada si no  que es un rezago vergonzante de las dadivas del botín mayor de la alcaldía de Armenia que se ha constituido en la fuente que mantiene con el respirador artificial a eso que han denominado movimiento de integración liberal, Mil, y que supuestamente fue desmovilizado por su fundador Emilio Valencia, quien a la postre lo que hizo fue un falso positivo para mantener las riendas de lo que se hace llamar liberalismo y exonerarlo de las tropelías. Pero MIL y Liberalismo, han sido, son y serán   la misma mierda.

Mientras Henry Gómez Tabares consideraba que por derecho propio, dada su lealtad canina con el viejo Carriel,  creyó  que nadie podía disputarle la primogenitura tras la candidatura a la alcaldía de Armenia, le atravesaron sin mediar ninguna explicación a Carlos Mario Álvarez de la intima seducción de la alcaldesa Luz Piedad Valencia. Esta candidatura con  un personaje desconocido pero también fiel hasta los tuétanos no arrancó, no por falta de capacidad del señor Álvarez, sino  porque no lo conocen y  menos factura  alguna trayectoria que le podría despejar cierta  posibilidad electoral.

Claro, es menester aclarar, que en muchas oportunidades en el departamento del Quindío se  han elegido tanto para la gobernación o la alcaldía a unos perfectos desconocidos que de paso han sido fiascos totales en sus administraciones. Plata y maquinaria a veces son suficientes.

Pero en este caso concreto no pegó el ahijado de  la alcaldesa y a lo mejor poco le importa, en el camino se arreglan las cargas.

Este liberalismo quiere mantener las alianzas con los valetudinarios del denominado conservatismo, dos concejales tocayos en todo hasta en la entrega vergonzosa por dádivas a la majestad de la administración de la ciudadana Luz Piedad Valencia. En las próximas elecciones estarán cual cancerberos tras la vacuna para protegerse de la rabia.

 Igualmente hay otros que independientemente que figuren en la U o la ASI de suyo estarán  arrodillados todos con  el riesgo inminente de que ninguno  resultará reelegido por tránsfugas con quienes depositaron la confianza en sus señorías.

Estos concejales, de paso, han sido los responsables de la feria de los contratismos y los  negocios no claros de la administración de Armenia, léase fotomultas, valorización, empréstitos dudosos, alumbrado público etc., etc.

Partido de la U y Taborda

Se ha dividido en torno a circunstancias pedestres como esa de la terna para alcalde de Calarcá tras la destitución de su titular y afiliado a esa colectividad.

Si bien es partido de gobierno, del presidente Santos y la mayor representación parlamentaria, en el Quindío se quedaron sin ninguna posibilidad en el congreso de la república y por lo tanto expósitos.

Libardo Taborda el visible presidente de ese reducto en el Quindío, no solo ha medrado en todos los partidos de la región, no pudo consolidarse como jefe indiscutible de esas expensas del gobierno.

Le hicieron una mala jugada  en Bogotá presumía que debía ser elegido secretario general de la U y se lo pasaron por la faja amén de que un comentado puesto en el alto gobierno no pasó de ser una de las tantas  entelequias de sus lambericas estilo Cachucha.

En una jugada magistral para algunos, el viejo Emilio, lo manoseó después de una reunión con las jerarquías del liberalismo en el Hotel Armenia hace cerca de ocho meses y lo propuso de candidato a la gobernación para sacarlo de taquito porque Libardo Antonio Taborda Castro, en su intimidad, creía que debía ser ungido por el liberalismo como el candidato a la alcaldía de Armenia en reciprocidad a su valiente lealtad, canina también, con la candidatura entonces de Luz Piedad Valencia de Valencia.

Quedó en su plata. No tiene rumbo definido, seguramente el partido de la U por supervivencia tendrá que doblegarse ante cualquier coalición que le impongan para mantener un respiro burocrático y nada más, por el momento.

 El conservatismo

 Como ya se ha dicho eso no existe. Hay dos o tres mañas electorales, pequeñísimas dosis de maniqueísmo que aprovechan los grandes y voraces pulpos de la política regional.

Álvaros Jiménez, repetidos, son dos concejales que se han convertido en una vergüenza regional por sus posiciones deplorables frente a su jefa natural la alcaldesa de Armenia, Luz Piedad Valencia. No tienen un ápice de doctrina, de esa que tanto pregonaban hace unos años sus antecesores, y se han entregado de manera muy discutible a los  negocios dudosos de la administración capitalina “pupitriando” sin ninguna vergüenza todo lo que les venga del Olimpo del poder local. No subsistirán pese a las canonjías y su regreso al concejo es casi imposible y más cuando han salido figuras conservadoras como Jesús Antonio Obando que ha demostrado lealtad a sus principios y trabajo en beneficio colectivo. Léase, por ejemplo, defensa del Deportes Quindío.

El diputado Néstor Jaime Cárdenas ha subsistido como un dirigente de poquísimo vuelo  con el parasitismo que le ha sido proverbial sin que medie nada distinto a sus beneficios personales. Medra de gobiernos  departamentales y locales sin ninguna vergüenza, no tiene principios. Hoy es protegido del gobierno departamental y mañana no importa quién sea  pero ahí estará esperando las sobras.

El autodenominado partido conservador es un reducto pequeño de empresaritos  y estéril remedo de  lo que fue esa colectividad  dentro del protagonismo partidista regional. Serán coprotagonistas o extras del sainete de octubre próximo.

Centro Democrático

Dividido hasta los tuétanos. No ha habido disciplina  que valga por el exceso de egos que se reclutaron ante la veleidad que les causó en su momento el liderazgo del senador Uribe y la presunta elección de don Oscar Iván a la presidencia de  la república.

Una vez se vieron en la plata que son, ilustres desconocidos la mayoría y una élite de envalentonados otros, emprendieron una desaforada carrera tras la dirección de ese grupo que solo subsiste gracias a la imagen de su protector.

La arrogancia de José Roberto Garay desbarató las intenciones de una cohesión frente a las directrices del señor Álvaro Uribe y en un acto propio de  los envalentonados dispuso que el candidato a la alcaldía de Armenia sería Hernando Márquez, rico y poderoso empresario, pero nada más. Y ahí se formó Troya. Patricia Hurtado que tiene credenciales propias, ha hecho varios esfuerzos políticos, salió a defender su primogenitura y la división se hizo por dos.

Mientras algunos voceros del CD trataban de imponer la candidatura insípida y solo figurativa para pretensiones ulteriores del señor Jota Domínguez a la gobernación, un grupo de caníbales encabezados por Jorge Eliecer Orozco, de quien nadie sabe aún por qué  se mete en cosas que no le importan, viajó a Bogotá a entrevistarse con el ex candidato Oscar Iván Zuluaga y jefe del CD para pedirle el beneplácito para poner de candidato por ese partido  a la gobernación del Quindío  al sacerdote emérito y palaciego Carlos Eduardo Osorio y de paso “rajar” de la gobernadora tildándola de corrupta. Ahí no solo fue Troya sino que eso reventó en pedazos el incipiente CD.

Por algunos lados anda metido en ese berenjenal Aurelio Mejía quien no oculta sus pretensiones electorales pero con pocos aliados por el mismo hecho de la danza de las vanidades.

En  medio de unos campeones en política electoral en las próximas ese Centro Democrático quedará vuelto añicos y más con las decisiones de su “jefe natural” en el Quindío José Roberto Garay que ha dicho de manera categórica e inamovible que no hará coaliciones.

 La influencia de Uribe es tan precaria en materia de elecciones locales en este departamento que ya le demostraron como lo derrotaron con Belén Sánchez a la gobernación aunque vino tres veces a levantarle la mano una de ellas con reguetoneros y tal en la Plaza de Bolívar. Panorama sombrío para esta colectividad que seguramente quedará en lo suyo en las primeras de cambio, es decir en nada.

Cambio Radical

 Ha demostrado cohesión en el liderazgo y la jerarquía que le ha impuesto la gobernadora Sandra Paola Hurtado no exenta de críticas de algunos sectores que sugieren desborde en ciertas actitudes que congelan posibilidades de otras opciones dentro de esa colectividad.

Tiene aliados fuertes en el alto gobierno con tres parlamentarios y una cercanía innegable con el vicepresidente Germán Vargas pero lo  tiene que traducir en hechos concretos.

 La gobernadora está en  deuda de poner a caminar la doble calzada Cajamarca-La Paila, le queda solo un año de gestión y el proyecto anda empantanado, si bien le ha metido julepe al Embalse Multipropósito, este es otro proyecto que está en el tintero pero sin posibilidades de concreción a la fecha.

 Cambio Radical ha mantenido discreción en el manejo del tema de la alcaldía de Armenia porque son cautelosos esperando los movimientos de otras colectividades y las coaliciones que sobrevendrán y que tendrán como objetivo molerlos.

Es el partido en el Quindío más solido y mayoritario pero eso no le da la confianza definitiva para creer que pueden arrasar con todo en la próxima jornada electoral.

Deberán tener mucho cuidado con  las alianzas porque si bien es cierto es la fuerza superior en materia política y en respeto por el liderazgo de su jefa máxima los otros partidos no se quedarán quietos y su objetivo es sacarlos del espectro  aunque las circunstancias pintadas dentro del mapa político regional no van a ser nada fáciles  estas tareas de deshacerse de CR porque el asunto sería obra titánica.

No hay duda que tienen candidata a la gobernación no oficializada pero en trance de serlo, Sandra Gómez Fajardo, que si bien tiene los apalancamientos suficientes para lograr su objetivo, la tarea no es fácil y tendrá que ganarse con coraje y astucia tal distinción. Conoce el departamento, tiene fogueo en la política electoral y ejercicio en el sector público. Quienes le conocen advierten que es una buena candidata, falta ver como se moverán con la candidatura a la alcaldía de Armenia donde todo sigue siendo un enigma.

Independientes

Pocos pero por ahí rondan. Algunos se han atrevido a sugerir el nombre de Álvaro Patiño Pulido como aspirante de nuevo a la alcaldía de Armenia como independiente situación difícil de entender dada su cercanía y casi que dependencia absoluta del carrielismo. Patiño es un hombre serio, fogueado con amplia experiencia pero no se ve clara su aspiración.

Cesar Mejía, tal vez el visionario de ciudad más conocido. Tiene experiencia en administración, fue un excelente parlamentario y no hay duda que es el más exitoso empresario de la  industria de la construcción de los últimos años. Si decidiera postularse en medio de los conflictos de los partidos podría  ser una opción no descartable. En cualquier momento sería un as en la manga de algunos de  los protagonistas de la política local. Algunos analistas aseguran que  el perfil de Mejía Urrea es el que necesita la ciudad para salir del marasmo en que se encuentra.

Otro

Miguel Ángel Rojas Arias, merece punto aparte en la política y el periodismo regional. Al igual que Libardo Taborda no han tenido coherencia alguna y han medrado en cuanto partido se les haya atravesado.

 Rojas por ejemplo, ha estado en el Polo, el partido Verde, el partido liberal, pidió pista alguna vez en la ASI, en fin ha sido una recurrente veleta y un vanidoso que ha creído ser el salvador de la ciudad.

 Además ha concebido la puerta giratoria entre el periodismo y la política como una manera hipócrita de supervivencia.

 En los últimos días le ha apostado al naufragio de la candidatura de Carlos Mario Álvarez en el partido liberal y ha establecido contactos con Emilio Valencia para que le apadrine en su aspiración de nuevo a la alcaldía pero ahora por el partido liberal el cual reclama legítimo porque lo considera herencia paterna.

Haciendo uso de su calidad de director del periódico local ha establecido censuras, vetos y elocuentes zalemas para ir creando un ambiente propicio para sus pretensiones.

Las permanentes columnatas sobachaquetas en torno a la defensa de la administración de Armenia  se han convertido en su estrategia para acercar a la alcaldesa Luz Piedad Valencia a costa del deber que tiene con la opinión general que le merece respeto pero el que nunca da.

Como podemos observar aquí hay de todo, bueno, malo y regular, incluidos ciertos periodistas que se refugian en la melosería cotidiana, se creen oráculos y  escriben pendejadas contra la politiquería pero se autonombran como voceros cívicos para desplazarse dónde sea a pedir permisos politiqueros, como es el caso de Jorge Eliécer Orozco, que fue de rodillas  sin  nadie autorizarlo a pedir un aval para un cura que lo que necesita son jaculatorias para que se salve del infierno.

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