Para reafirmar el compromiso del recién posesionado rector de la Universidad del Quindío con la cultura de paz, igualdad e inclusión, el pasado sábado 29 de abril, previo a la ceremonia de posesión, el cabildo indígena de la alma mater realizó un ritual de armonización presidido por el médico tradicional del resguardo indígena El Gran Cumbal. En la ceremonia hicieron presencia docentes, administrativos, estudiantes y graduados.

La armonización fue realizada en el Parque de la Vida de Armenia, durante la ceremonia se emplearon elementos como frutas, plantas, música y esencias cuyos símbolos y significados se relacionan con la conexión con la madre tierra. Las esencias armonizaron y equilibraron las energías, las plantas fueron la medicina, la música transmitió el sentido de fluir y permitió hacer la paz con los espíritus. Fue un escenario para el reconocimiento, la limpieza, el equilibrio y la bienvenida al nuevo equipo de trabajo en cabeza de Luis Fernando Polanía Obando.

Por su parte, Jesica Dayana Alpala Tarapues, gobernadora del cabildo indígena, explicó que el ritual consistió en “una armonización con el médico tradicional, asimismo construimos una mándala e hicimos la simbología de equilibrio entre las energía positivas y negativas. A la vez, realizamos el paso de las ramas medicinales para el rector con el fin de que las cosas salgan de la mejor manera. Fue una imposición para un líder, para quien va a dirigir a un pueblo, que es esta institución. También hicimos un compartir en gratitud infinita a la madre tierra”.

El ritual culminó con una danza autóctona de Pasto, denominada San Juanito y se compartió chicha. La gobernadora también resaltó del encuentro que fue un escenario para la inclusión de saberes y culturas de cada pueblo. “Tenemos una gratitud inmensa con el rector por resaltar que existe un cabildo indígena universitario. Eso es lo que deseamos construir, buscamos que no sea dejada atrás la memoria de nuestros ancestros, sino que los jóvenes sigamos con el legado en el contexto de la ciudad y el universitario. Decidimos acompañarlo como un pacto de ambas partes en el que se respetarán derechos, se reconocerán los deberes y se visibilizará lo que somos como cabildo indígena”.

“Agradezco este acto simbólico en el que participé con la comunidad indígena uniquindiana. El reconocimiento de nuestras raíces me permitió realizar una introspección y reencontrarme con lo esencial de la vida para dar un mayor significado a este periodo rectoral que inicio”, manifestó el rector Polanía Obando.

Gustavo Giraldo García, asesor de rectoría, estableció que durante la campaña hubo espacio de conversación con todos los estamentos. “El estamento estudiantil, en particular, manifestó una serie de expectativas, inquietudes y dolores con relación a la vida en la universidad. Tenemos multitud de expresiones, etnias, características y personalidades, entre ellas, a los estudiantes indígenas que son alrededor de 450. Hablamos con sus líderes quienes manifestaron que, de alguna manera, aunque hacen parte de la universidad, estaban ocultos porque no se mostraba su cultura. También se habló de la posibilidad de que sus rituales y costumbres empezaran a mostrarse y qué buen momento fue la posesión del señor rector”.

La comunidad indígena uniquindiana deseó el mejor porvenir, un trabajo y caminar sereno, equilibrado y armónico a la administración entrante en concordancia con lo que brinda la espiritualidad y lo que la Pachamama indica. “Esperamos que haya una bonita relación entre el cabildo y la administración”, declaró Alpala Tarapues.

De esta manera, desde el inicio del periodo rectoral del ingeniero Polanía Obando se traza una consigna, un camino claro en el que el diálogo en comunidad es primordial para la construcción de la realidad universitaria con miras a garantizar que el campus sea un espacio tranquilo en el que prime la conversación, el bienestar para todos y se visibilice la diversidad que existe en nuestra comunidad universitaria.

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