Banda-juvenil-detenida-por-microtráfico-en-Centro-Histórico-de-Quito-6Por: Oscar Hincapié Vallejo 

Unos dicen que entra por el norte del Valle del Cauca, proveniente de Cartago y Alcalá y empieza a hacer su tránsito por Quimbaya, Montenegro y el resto de municipios circunvecinos, otros sostienen que llega por los lados de La Tebaida con origen en Zarzal, Tuluá y otros municipios de esa zona del país: Ataca a los niños, jóvenes, adultos viejos, ricos, pobres, gordos flacos, hombres, mujeres, letrados e iletrados; es un fenómeno que nos está carcomiendo pero que los esfuerzos son infructuosos o las estrategias utilizadas no son las adecuadas.

El micro tráfico se ha convertido en otra manera de conseguir el dinero fácil para algunos, y sobre todo cuando se conocen las desgarradoras cifras de desempleo de ciudades como Armenia, que carecen de empresas bien constituidas, que generen el empleo necesario para aliviar la crisis que nos empaña.

Fuentes como la alcaldía de Quimbaya, dan cuenta que en puestos de control instalados en sitios como el ubicado frente al estadio James Brito Peláez, han logrado contrarrestar de alguna manera el ingreso de la droga que está embruteciendo nuestra juventud, sin embargo, los delincuentes se las ingenian para hacer llegar la “merca” a su destino y poderla distribuir.

image678Tipos de alucinógenos

En los planteles educativos de la ciudad y el departamento se oye hablar sin ningún problema de: Marihuana, bazuco, cocaína, heroína, iris, gotas de cocuan, pegante y otras porquerías que hacen del ser humano una piltrafa.

Los expendedores o “jíbaros” que llaman, se apostan a la entrada de los colegios y utilizando diversas maneras de llegar a sus potenciales compradores, quienes cuando están metidos hasta los tuétanos en el vicio hacen lo que sea por conseguir la dosis que cada día es más grande.

Los adictos se prostituyen, roban matan, atracan, sacan el mercado de la casa las sábanas, ollas, televisores, mejor dicho, arrasan con todo lo que encuentran en el camino con tal de conseguir  dinero para suplir sus necesidades.

El gobierno, los entes de control y la justicia: ¿Qué hacen?

Desde las alcaldías y más por iniciativa de políticas nacionales, se mandan a unos funcionarios a dar charlas sobre el consumo de alucinógenos, pero esto es como vaciar una cocada de agua al mar, la policía poco puede hacer al respecto por el famoso código del menor o por aquello de la dosis personal, los padres de familia por mantener ocupados trabajando poco tiempo dedican a sus hijos y los dejan a merced del destino, mejor dicho, si empezamos a buscar causas, las hallaremos por montón.

Por alto que vuele el águila siempre regresa a su nido… Esto para significar que la solución la tenemos a la mano y ejemplos los hay por montones, basta con que la policía mande a sus efectivos a la entrada de las instituciones educativas para que se den cuenta de lo que pasa y como estamos de descompuestos socialmente, eso sí, no los manden uniformados, con las sirenas de las radio patrullas sonando o con las motos con todas la luces prendidas; camúflenlos y se darán cuenta que los “jíbaros” llegan disfrazados de vendedores de helados, manillas, solteritas, mangos y chazas llenas de dulces, pero en su gran mayoría son indeseables buscando a quien embaucar en el mundo de las drogas.

Dirán las autoridades que escribirlo o decirlo resulta fácil, pero hemos sido testigos de excepción de muchos casos, eso sin contar la cantidad de estudiantes que llegan armados a los colegios y allí aparte de armar su banda, venden productos adictivos camuflados en galletas, bombones, bananas y otros comestibles que no despiertan sospechas, pero que si hacen un gran mal.

 

 

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