20150317_110719Por: Andrés F. Zapata

Así como en la edición de ayer reprochábamos la incultura ciudadana en la capital quindiana, refiriéndonos al hecho de que sin importarnos como luciera el aspecto de la ciudad, íbamos botando cuanto desecho tuviéramos en nuestras manos a las calles, hoy quiero mencionar un caso similar de irrespeto por los demás y por ende, por la convivencia ciudadana.

Se trata de los conductores de cualquier tipo de vehículo, que por más que ven las señales pertinentes de prohibido parquear o el espacio completamente reducido para la movilización de dos vehículos al mismo tiempo, aun así se apoderan de las calles e incluso de los andenes y se estacionan con toda la tranquilidad del mundo, pensando únicamente en el beneficio propio y no en el de los demás.

Y es que ahora el centro de Armenia, luego de las remodelaciones a las vías y andenes por parte de la empresa Amable, se ha visto lógicamente con algunas de sus calles un poco reducidas, pero esto con la única intención de concientizar a los conductores de que en las calles se anda, no se parquea.

Pero hay quienes no les importa esto, y desacatan descaradamente las normas de tránsito y de convivencia ciudadana, principalmente en el centro de la ciudad, donde están aglomeradas la mayoría de estas obras y por ende, donde el mayor flujo vehicular circula.

En la gráfica se aprecia la calle 16 entre carreras 15 y 16. Este punto a pesar de tener evidentemente la señal de prohibido parquear, es invisible para algunas motos, carros o taxis, que se parquean ahí por varios minutos subidos sobre el andén peatonal, y sin importar obstruir el paso de los que vienen detrás y el de los mismos peatones.

Indispensable el control y castigo por parte de SETTA, solo con multas se contrarresta la situación.

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