La vivienda se encarece y se vende menos en Colombia. El sector de la construcción sufre el impacto de las altas tasas de interés, los altos costos de los materiales y los problemas del programa Mi Casa Ya.

La caída de las ventas y el aumento de los costos

Bogotá, 18 octubre, 2023. El sector de la construcción vive uno de sus peores momentos en Colombia. El mercado de la vivienda ha sufrido el impacto de una avalancha de costos que ha frenado el desarrollo de proyectos y ha desincentivado la demanda. El constante deterioro de la inversión en este rubro es una de las claves para entender el bajo crecimiento económico del país.

El año pasado, las ventas de viviendas acumularon 11 meses consecutivos de contracción anual a doble dígito. Aunque parte de esta caída se debe a una alta base de comparación por el 2022, cuando se entregaron grandes proyectos del segmento VIS (vivienda de interés social), también refleja cómo el sector se ha resentido ante las altas tasas de interés para adquirir o construir vivienda.

Los créditos hipotecarios se han encarecido por el apretón monetario que han aplicado los bancos centrales para controlar la inflación. Las tasas de interés para financiar la compra de vivienda han llegado a niveles no vistos desde la crisis del 2008. Además, la deuda pública colombiana se ha desvalorizado, lo que ha elevado las tasas de largo plazo, clave para este tipo de créditos.

A esto se suma el efecto de los altos costos de los materiales de construcción, que han aumentado por el estrés en las cadenas de suministro a nivel global. Los bienes básicos para la construcción representan cerca del 50% del total de los costos. El sector registró crecimientos de hasta 35% en el Índice de Precios al Productor a lo largo del año pasado.

El aumento de las renuncias y la caída del área licenciada

Estos elementos han debilitado la demanda y han causado un aumento récord en las renuncias de proyectos de construcción residenciales. Los empresarios han desistido de continuar con la construcción del proyecto por el menor flujo de caja, la mayor dificultad para apalancarse en crédito y las bajas expectativas de ventas. Respecto a 2019, las ventas se han reducido en 20% y los desistimientos han aumentado un 32%.

Así las cosas, también ha caído el área licenciada para adelantar nuevos proyectos de construcción residencial. Esta señal adelantada implica una perspectiva desafiante de corto y mediano plazo para el sector edificador.

Las dificultades del programa Mi Casa Ya

A lo anterior, se agregan las dificultades operativas a las que se ha enfrentado el programa de subsidios gubernamentales conocido como Mi Casa Ya. Este programa, orientado a la entrega de subsidios para la compra de vivienda VIS y VIP (vivienda prioritaria), ha venido experimentando problemas desde finales del año pasado, que se han traducido en que familias que habían sido seleccionadas para el subsidio no venían recibiendo los recursos, lo que llevó a que muchas de estas no lograran concretar la compra de su vivienda.

En este sentido, recientemente se habrían superado las dificultades y se habría normalizado el flujo de recursos hacia las familias beneficiarias. Sin embargo, aún queda pendiente resolver el déficit estructural que tiene este programa, que no alcanza a cubrir toda la demanda potencial.

La crisis de la vivienda en Colombia es un problema grave que afecta tanto al sector privado como al público. Se requieren medidas urgentes para reactivar este sector, que es clave para el desarrollo económico y social del país.

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