En la caja de sorpresas titulada fecha 13, Deportes Quindío encontró bien empacada la cifra deseada, los 27 puntos tocaron la puerta del milagroso, para postular su nombre desde ya como uno de los 8 equipos que tendrán el derecho a jugar por el título del segundo semestre.
Por: Cristian Marín Zuluaga
El Nano volvió a recurrir a su refrigerador para oxigenar el equipo, encontrando a un pájaro carpintero con la necesidad de martillar, permitiendo conquistar tres puntos de oro, y certificando el buen momento del experimentado jugador, que a pesar de los años y de no ser habitante de la titular, responde cuando el DT apuesta por su jerarquía.
Se le ganó a un equipo complejo, el Cúcuta del Beto Suárez se ha caracterizado por trabar, por trancar el medio campo y por cerrar sus líneas para evitar estragos en su valla. Quindío se vio en la obligación de trabajar el partido, de construir por el interior y de sorprender por las bandas, consiguiendo con paciencia lo buscado en los 90 minutos.
Hoy nuestro equipo está de boca en boca, su liderato no es producto de la casualidad ni muchos menos, esto se genera gracias al aporte efectivo del entrenador y al compromiso de la plantilla, demostrando temple para seguir avanzando en este semestre hacia cosas grandes.
El tema de la rotación es un punto para destacar, antes de medir fuerzas con el motilón, el cuadro cafetero se midió ante Bucaramanga y Universitario de Popayán, en estas dos contiendas hubo un factor que marcó la normalidad de lo explicado en el tablero; en ambos juegos Quindío culminó con 10 hombres en circunstancias similares, expulsiones tempraneras que desbarajustaron los pensado por Prince, sin embargo el grupo respondió con solidaridad, orden y entrega para no perder, reflejando la estabilidad que se tiene en el seno del club, además los encargados de sustituir a los sancionados aprovecharon el “papayaso” para mostrar un gran nivel y evitar de esta manera sentir el peso de la titularidad .
El cafetero se sirvió una tasa de clasificación, degustando el paso a cuadrangulares y recuperando la punta, la cual ha tenido gran parte del campeonato.
Ahora el milagroso va por una campaña soñada, la cual se podría adherir a la narración de la historia del elenco de Armenia, que hoy más que nunca sueña con el regreso a su condominio, un año después de un trasteo obligado a la segunda categoría.
No sentimos felices, los días son más tranquilos esperando el desenlace del torneo, donde se añora ver al equipo de la tierra peleando hasta el final, y por qué no pensar en que puede ser el acompañante de Jaguares en el trampolín que permitirá el ascenso, o en su defecto quemar el otro cartucho como sería el de la promoción. Hay alternativas, y la mentalidad del conjunto deber ser pelear hasta el final con el mismo ímpetu con el que se viene encarando el torneo.
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