Por: Andrés F. Zapata
Gran apatía y rechazo ha manifestado la ciudadanía en general, en especial los feligreses que asisten permanentemente a los distintos centros eucarísticos de la ciudad de Armenia, al ver la cantidad de situaciones que incomodan y van en contra de los valores éticos y religiosos que obviamente en las iglesias se profesa.
Nos referimos a problemáticas que lamentablemente se sabe son parte ya de la idiosincrasia de nuestra región, pero que no deja de atemorizar y causar fobia y rechazo entre la ciudadanía y los fieles asistentes a los templos religiosos. Dentro de los problemas concretos y solo por mencionar estos como los más notorios, se registra las actividades de prostitución, mendicidad, expendio de estupefacientes, hurtos y en menor gravedad ventas ambulantes e invasión del espacio público.
Esta situación se ha venido presentando desde muchos años, pero siempre ha sido de una manera clandestina, digamos que discreta. El problema ahora es que estas situaciones parecen haberse salido de control, y las autoridades competentes no han podido normalizar el tema, poniendo en riesgo a los transeúntes de estos lugares y afeando a la ciudad con su sola presencia.
Aunque solo en Armenia, son varios los puntos conocidos incluso por las autoridades en donde estos flagelos o problemáticas tienen su lugar, son las afueras de algunas de las principales iglesias las que están sufriendo con la presencia de estos personajes. En especial la catedral de Armenia, la iglesia San Francisco y la del Sagrado corazón de Jesús, son las que reportan permanentemente estos problemas.
Bastante lamentable entonces que los alrededores de estos recintos religiosos, donde se supone imperan los buenos valores y en donde los feligreses van a encontrar un momento de espiritualidad, fe y tranquilidad, se vean atemorizados por la presencia de estos desordenes y con la inseguridad de que algo malo les puede pasar.
Como ya lo dijimos los problemas son evidentes y todo el mundo los conoce, entonces la cuestión es, ¿Por qué las autoridades competentes no se encargan de erradicar estas situaciones, o en su defecto disminuirlas? Ahí les dejo.
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