Gustavo Domínguez 1

Empezó como vigilante en Almacenes Ley, luego su actividad fue anunciar productos; de este almacén pasó a Jota Gómez, posteriormente a Radio Ciudad Milagro, la primera emisora que le dio la mano. Años más tarde y con licencia en mano se traslada a Medellín y su primera emisora fue Siglo XXI adscrita a la cadena RCN, con el tiempo pasó a la voz de la Independencia. Su primera tarea fue narrar un partido de Watherpolo entre Argentina y Colombia, aunque de ese cuento no sabía nada, se defendió, más tarde pasó a narrar fútbol de reservas, luego narró fútbol profesional y su primer partido fue entre el Deportes Quindío y el Independiente Medellín, narró la internacional de automovilismo en Daitona Estados Unidos, también lo hizo con el baloncesto, cubrió levantamiento de pesas y deportes de otras disciplinas en juegos americanos. Hoy, con sus cuarenta años en la radio, es la mejor experiencia de su vida, y pensionado por su actividad, esos momentos son los mejores recuerdos. En Eje Noticias, vida de un hombre de la radio.

Sala de Redacción Eje Noticias

El día que Gustavo Domínguez llegó a Almacenes Ley en Armenia, la única vacante era de vigilante y de inmediato la aceptó, tenía que ayudar a su mamá Flor María Sánchez y a su padre José Domínguez Galviz. Kepis, pantalón y camisa de un solo fondo y bolillo en mano eran herramientas suficientes para catalogarse como el guardia tanto del almacén como de la cuadra. A los pocos metros de su sitio de trabajo, un señor con su megáfono anunciaba una cantidad de productos, pero llegó el momento    que ese señor, don Uriel Ríos Tamayo entró a una licencia y se requería de un remplazo; fue entonces cuando Gustavo que se tenía confianza con su voz y el micrófono, le manifestó al señor Ríos que estaba dispuesto en hacerlo y así fue; cambió el bolillo por su megáfono anunciando cucos, sostenes y esmaltes; esa vozarrón que se gastaba no sólo impactó en los transeúntes, sino que señores de la radio de ese entonces lo escucharon y no descansaron en elogios sobre Gustavo que a sus 17 años, ya sabía lo que era la buena pronunciación de las palabras.

Personas como Omar Ocampo Zapata, Leonel Dávila Marín, Arcesio Chica Suárez, Henry Pineda entre otros, manifestaron casi que al unísono que este joven tenía talento y lo motivaron a que ingresara a la Radio, palabras que le quedaron sonando hasta que un día decidió, se acercó a los estudios de Radio Ciudad Milagro, para que lo dejaran mirar al menos las cabinas; pero su inquietud iba mucho más allá, casi que rogando pidió que lo dejaran acercarse a un micrófono, allí estaba don Alfredo Gómez quien accedió a la solicitud del inquieto joven, pero al escucharlo, lo invitó a que transmitiera las Fiestas de Calarcá para esta empresa radial; ni corto ni perezoso salió para la Villa del Cacique y poco a poco fue entrando en el corazón de los oyentes. Meses más tarde, el señor Alfredo lo llamó a que hiciera turnos nocturnos cuando esta emisora quedaba en la Cra 17 con Calle 21 y allí conoció a otras personas como Ernesto Osorio, Nelson González Aguirre, como para mencionar sólo algunos.

Su primer contrato laboral

Con una pasión por el micrófono se fue a presentar el Examen al Ministerio de comunicaciones a fin de obtener la licencia, pero de las dos pruebas, una oral y la otra cultural, perdió el segundo, volvió a la capital quindiana un poco cabizbajo pero con el deseo de volver a intentarlo, se puso a estudiar cultura general y en su segundo intento lo pasó. Cuando llegó a la ciudad de Armenia, no había vacante alguna en la radio, entonces decide emigrar y toma un bus que lo lleva hasta la capital antioqueña.

 El 13 de julio de 1973, Gustavo no cabía de la dicha, ese día firmaba su primer contrato laboral con la emisora Siglo XXI de RCN en la ciudad de Medellín y no le importaba estar desde las 12 de la noche hasta las 6 de la mañana del día siguiente, al fin y al cabo era su pasión “Me tocó hacer radio de la buena porque era en tornamesas, cuñas en acetato y trabajar con discos en acetato de 45, 33 y 78 r.p.m. Me tocó hacer locutor bombillo pero así empecé y fue el inicio para conocer a grandes de la radio colombiana”, manifiesta Domínguez Sánchez.

Sus inicios en la radio deportiva

Fue en el año 1974 cuando aún pertenecía a la nómina de la emisora Siglo XXI y no fue precisamente un partido de fútbol, sino uno de Watherpolo entre Colombia y Argentina, más tarde narró fútbol pero en reservas. Cierto día hombres como Darío Álvarez Rodríguez, Alberto Piedrahita Pacheco y José Antonio Churio llegaron cansados de transmitir una de las etapas de la vuelta a Colombia y no tenían el más mínimo aliento para ir a transmitir el partido entre Quindío y el Independiente Medellín, “Andá voz Gustavo y denos una mano y transmita ese partido” si bien, el verde quindiano perdió 3-1, poco le interesó, lo más importante era que estos grandes hombres de la radio habían confiado en él, semejante responsabilidad, la que asumió con dedicación y entrega; reflejada en una voz de impacto nacional. Desde ese momento estaba dando la apertura a una carrera exitosa.

Hoy son cuarenta años de hacer radio, de vivir alegrías y lágrimas, de subidas y bajadas pero con una ventaja muy grande…..que hizo grandes amigos. Los que sigue llevando en su corazón.

 Breves de Gustavo

En Medellín conoció y compartió con Guillermo Zuluaga Montecristo, con Justiniano y Agapito; personajes del elenco humorístico antioqueño.

En 1976 formó parte del grupo deportivo de La Voz del Comercio, luego RCN, allí estaba James Padilla Mottoa, Everardo Valencia Aguirre, Álvaro Hoyos Cardona, Hugo Cardona Fernández, después Jota Domínguez (Mi primo), y Ferney Cardona Ocampo, equipo líderes en sintonía.

En RCN Estuvo desde julio de 1973 hasta agosto de 1993. 20 años en la misma empresa radial.

Después del terremoto, estuvo vinculado a Radio Claridad de Medellín y narró fútbol pre juvenil y vio nacer a figuras como Radamel Falcao García.

Cuando el Quindío pierde la categoría en la A, vuelve a esta tierra y emprende una dura campaña para recuperarla, hecho que se consiguió en el 2001.

Uno de los tristes episodios que le tocó vivir fue el día que estaba transmitiendo un partido del Deportes Quindío con el Rionegro y al llegar a las cabinas de Radio Estrella se encontró con una historia triste, “Una señora de nombre Elvira que era dizque la dueña de la emisora, se había llevado todo de dicha casa radial. Al llegar, me quedé sentado en un andén sin saber para dónde coger” lo manifiesta Gustavo con un poco de rabia.

Con el paso de los días, Gustavo se vincula con las emisoras comunitarias entre ellas Edén Estéreo y Colina Estéreo. También lo hace con una emisora comercial como es La Voz de Armenia. Ya con la diferencia que no era como antes “Ahora hay que pagar para hablar, antes me pagaban por hablar” lo manifiesta.

Visitas: 0