Por: Andrés F. Zapata
Continuando en las inmediaciones del municipio de Circasia, y adentrándonos a ver de cerca las obras de remodelación de algunas de las calles de este importante municipio, nos dimos cuenta de la buena labor que se está ejecutando por parte de la alcaldía de esta municipalidad, al poner en marcha un plan de reparación de la infraestructura vial de su pueblo, ya que para ser uno de los sitios más turísticos dentro del departamento, no contaba con calles, sino con trochas prácticamente, por el pésimo estado de estas.
Hoy el pueblo luce distinto, están en proceso y obviamente aún faltan muchas calles por enmendar, pero las de mayor flujo vial ya han sido reparadas en su mayoría. Ahora sí da gusto transitar e ir a visitarlo.
A pesar de ver con agrado todo esto, sí notamos algo incómodo, de lo cual varias personas, principalmente turistas o que como nosotros solo estábamos de paso, provenientes de Armenia u otros municipios, fue la nula señalización que estas calles tenían para avisar a los conductores que más adelante la vía estaba cerrada por la reparación de algún tramo de esta.
Tal como ocurre con la calle séptima en la intersección con la plaza principal. Esta calle, es la que conecta la entrada a Circasia y que en línea recta comunica con el parque donde está la iglesia y la alcaldía. El problema resulta cuando los conductores a una cuadra de llegar al parque siguen derecho para adentrarse en la plaza principal, llevándose la molesta sorpresa de que por allí no se puede transitar por los arreglos, y de que sea como sea, se tienen que devolver.
A excepción de los residentes de este municipio, cualquier visitante es víctima de esta mala organización por parte de las entidades responsables de estas remodelaciones, quienes deberían poner una o dos cuadras antes, la suficiente señalización, que indique las rutas alternas a tomar, para no tener que llegar hasta este punto, encontrarse con una “barrera” y ocasionar un trancón enorme, esperando que el último vehículo de la fila retroceda para poder salir del embrollo.
Repito, muy bien por los trabajos y las remodelaciones, el municipio, sus habitantes y los turistas se lo merecen, pero mientras todo esto ocurre, procuremos hacer las cosas bien en todos los aspectos y no ocasionar incomodidades como estas a los viajeros o visitantes.
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