Por: Andrés F. Zapata
Luego de la ya intervenida carrera 19 en el sector de Proviteq, y de su remodelación vial que está próxima a concluir para beneficio tanto de residentes de la zona como para los conductores que se desplazan por allí, son varias las inquietudes e incomodidades que aún quedan.
Una de ellas tiene que ver con la falta de señalización o reductores de velocidad, y de puntos estratégicos para el cruce peatonal, puesto que al ser remodelada esta vía, es mucha más la facilidad que tienen los conductores para aumentar la velocidad, sin la precaución necesaria de que por allí, transitan personas y que ante un descuido pueden ser arrollados por los imprudentes conductores.
A esta zona le hace falta con urgencia varios semáforos, con sus respectivas cebras, o reductores de velocidad y resaltos que obliguen a parar a los conductores y permitan cruzar y transitar tranquilamente a los peatones del sector.
Además de esto, el puente peatonal que está ubicado en esta zona, a la altura del supermercado SuperInter, es mínimamente utilizado por los transeúntes del sector, quienes optan por cruzar riesgosamente la veloz avenida, exponiendo la vida de niños y ancianos que obviamente ante la embestida de un vehículo no tendrán la mínima reacción.
En este puente en mención, la falta de uso y de mantenimiento por parte del municipio han hecho que se vaya deteriorando, haciendo que la naturaleza se vaya apoderando de él. Tal como sucede en su parte superior, en donde los dos árboles que están a sus lados, llevan meses sin ser podados, invadiendo e incomodando el pasaje peatonal.
Allí, en esta arteria vial de la ciudad se presentan varias situaciones. Como lo mencionamos hace falta la intervención de reguladores de velocidad o algún elemento garante de la seguridad de los peatones del sector, para que puedan cruzar con tranquilidad, y mayor incentivo y campañas de concienciación por parte de las autoridades de tránsito, para que las personas usen el puente, el cual está para el bienestar de todos.
Todo esto sin mencionar con insistencia el caso que se viene presentando cada vez que llueve. La zona entre el conjunto La Abadía y la bomba de gasolina se convierte en un completo rio que impide el paso de motos, incluso de carros, recurriendo estos mismos a hacer peripecias y pasar por el andén, porque de lo contrario se quedarían atrapados.
Pésima noticia esta, pues al parecer no han podido dar con el “chiste” en este punto y el tema del alcantarillado está causando estragos entre los residentes del sector y el centenar de vehículos que transitan a diario.
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