20110814080715Por: Andrés F. Zapata

Armenia y principalmente el Quindío en general, se han ganado a pulso y desde hace ya varios años, uno de los primeros puestos a nivel nacional en cuanto a los destinos turísticos preferidos por los viajeros se refiere. Miles de visitantes tanto nacionales como extranjeros prefieren nuestras tierras cafeteras para pasar sus vacaciones, sea en pareja, grupos de amigos o familias enteras.

Sabemos de las bondades del Quindío con respecto a este tema. Los variados y representativos parques temáticos son algunos de los principales factores que fomentan el buen turismo. Así como sus hermosos y tranquilos hospedajes, que desde hoteles hasta fincas cafeteras, proveen todo lo necesario para pasar unos días en calma y contacto con la naturaleza, recargando energías para regresar a sus lugares de origen.

Este tema, toma auge principalmente en temporadas altas y puesto que se avecina la más importante del año, cabe resaltar la cantidad de ofertas laborales que precisan cada uno de estos destinos turísticos en el tema de alojamientos. Esto a primera instancia suena muy bien, el desempleo que azota a los habitantes quindianos, es mitigado en un pequeño porcentaje durante esta temporada de vacaciones, donde los dueños o administradores de los alojamientos se encargan de reclutar unas cuantas personas para suministrar todos los servicios necesarios a los viajeros.

Según personas trabajadoras y empleadas del gremio, que nos relataron esta situación, pero que prefieren quedar en el anonimato, el problema resulta cuando por un irrisorio sueldo, los dueños pretenden que sus empleados trabajen casi que el doble de horas diarias estipuladas por la ley, en donde lógicamente las labores también se duplican.

En estos casos, y en muchos de los alojamientos del Quindío, según los denunciantes de esta nota, no importa si se es estudiado o no, no importa que tanta experiencia se tenga en este sector, lo que importa es la cantidad de funciones que puede hacer y en el menor tiempo posible.

Ante esta injusta situación, es prácticamente nada lo que pueden hacer los empleados, ya que por más reclamos o soluciones que pidan para ellos, lo único que obtienen de sus jefes es un simple no como respuesta. Argumentando que se les está brindando empleo y que si no les gusta así, entonces que simplemente se vayan.

La situación de desempleo y falta de oportunidades hace que muchos de estos “atropellados” trabajadores continúe en sus cargos, permitiendo ser abusados y explotados laboralmente, sin ninguna entidad gubernamental que se haga cargo del tema para regularlo e imponer algo de justicia.

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