Por Andrés F. Zapata
El auge en las construcciones de lugares residenciales en la capital quindiana ha estado evidentemente en aumento desde hace ya un buen tiempo.
La reestructuración de la ciudad, después del fatídico terremoto es notoria, y cada vez con mayor fuerza, coge nuevamente forma de una verdadera ciudad capital, que es progresista y lucha contra la imagen de pueblito como es conocida nuestra Armenia a nivel nacional.
Lo reprochable de todo esto es ver como a lo largo y ancho de la ciudad, y en los lugares donde se están llevando a cabo estas construcciones, la dejadez, desorganización y desaseo de muchos encargados es lo que más se evidencia, ya que al concluir las labores diarias, van dejando tirados cuanto escombros les sobra, afeando y ensuciando la zona e interfiriendo con el paso peatonal o vehicular dependiendo del caso y del lugar.
Esta situación se ha visto reflejada en sectores como Providencia, donde se están llevando a cabo varias construcciones, en el sector del barrio La Castellana, y por la carrera 19 en el sector norte, en donde pululan las construcciones de edificios residenciales principalmente.
El problema aumenta al saber que el camión encargado en recoger la basura en Armenia, no le corresponde hacer limpieza de este tipo de material, quedando estos escombros días enteros hasta que los encargados de la construcción se dignen a enviar una volqueta que limpie el lugar.
Es entendible y lógico que en toda construcción estos materiales sobran y hacen parte normal de este proceso, pero de ninguna manera es aceptable que se destinen los andenes e incluso parte de la calle para descargar este material mientras pasan los días para luego recogerlos, incomodando, estorbando y siendo posibles obstáculos que puedan repercutir en accidentes peatonales o vehiculares.
Es indispensable el control por parte de las autoridades o entidades responsables de poner orden en este tipo de situaciones.
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