IMG_20150322_110025EL CONFESIONARIO

Desde la edad de 8 años su abuela Ana Librada, le compró una caja de embolar y desde entonces se dedica a ese oficio, sufrió de meningitis, se crió en medio del vicio pero nunca fumó marihuana ni tomó aguardiente, es soltero, tiene dos hijos, vive solo y cuando se blanquea los clientes le dan para pagar la comida y la dormida.

Nunca estudió  ni los garrotazos de su abuela en la cabeza le abrieron la inteligencia, se tomó la primera cerveza a los 23 años,  su mentora murió de 113 años, a él le gustaba embolar en los “Chochales” de la 18, cobrara 20 centavos por la lustrada y las fufas le pedían 8 pesos por los servicios sexuales, ahora una embellecida cuesta 1500 pesos.

Por: Oscar Hincapié Vallejo

Especial para Eje Noticias Periódico.

Eje Noticias Periódico se desplazó a la plaza de Bolívar de Armenia para conocer la vida de uno de los hombres que más contacto tiene con la gente  y a pesar de ser iletrado, conoce de todo un poquito y manifiesta haber visto pasar mucha agua debajo del río, asegura que pocos gobernantes les han tendido la mano, pero que allí se gana el pan de cada día.

Eje Noticias. ¿Cómo se llama usted?

Ernesto Morales Amado, nacido en Armenia hace sesenta años y nieto de una de las mujeres que más ha vivido, pues murió a la edad de 113 años, ella me enseñó a reciclar y después me dio una caja de embolar y desde ahí por todo Armenia embelleciendo el calzado de la gente de aquí y los turistas que llegan y pasan por la plaza de Bolívar.

E.N. ¿Por dónde embolaba?

E.M.A. Por el Caribe, por el teatro Colombia y por todos esos “chochales” que había, valía la lustrada 10 centavos y me “lambía” por estar con una de ellas pero la vuelta valía entre 7 y 10 pesos. Me tomé la primera cerveza cuando tenía 23 años, porque le cuento amigo periodista que me dio meningitis y casi me muero, no me mataron los golpes de mamita Ana Librada, pero si casi me lleva esa enfermedad.

E.N. ¿Es casado y tiene hijos?

E.M.A. No soy casado tengo tres hijos dos varones y una varona, uno de ellos vive en Barranquilla y nadie me visita, vivo solo por los lados del parque Sucre en una pieza donde pago seis mil pesitos diarios por la comida y la dormida y seis mil semanales por la arreglada de la ropa.

E.N. ¿Les dan plata por la publicidad de los puestos?

E.M.A. Teníamos el apoyo de 150 mil pesos de Oncólogos de Occidente, pero ya no, recordamos mucho al doctor Mario Londoño, quien nos ayudó demasiado y la gobernadora Belén, lo bueno es que la actual gobernadora nos deja trabajar y queremos hablar con ella para que nos ayude, o de pronto la otra doctora Sandra que va a ser gobernadora, se ve que es como buena gente y ojalá se acuerde de nosotros.

E.N. ¿Usted que se crió por la 18 algún día fumó marihuana?

E.M.A. Dios me libre, le repito que la primera cerveza me la tomé a los 23 años, el vicio mío es un plato de frijoles con trompa que vale 1500 pesos, le cuento que a veces no hacemos ni para la comida entonces los clientes nos regalan plata.

E.N. ¿Viene mucho turista y qué preguntan?,

E.M.A. Ah que cómo es Armenia, que dónde son los restaurantes, los sitios de rumba, que dónde se consigue perica y esas cosas o viejitas para pasar un rato y así, aquí llegan de toda clase de clientes. Mire sabe que las mujeres también se hacen lustrar los zapatos y eso es bacano porque son buenas para dar propina.

E.N. ¿Siempre han tenido  estos puestos?

E.M.A. Después del terremoto nos los dieron y a propósito del temblor recuerdo que a  mí me dio fue risa y me puse a ver a quién se le caía un reloj o algo y no pude recoger nada, lo único que hice fue ayudar a doña Pubenza que bajó muy triste porque se le dañaron unos elefantes de porcelana que le había regalado una hija y entonces le conseguí agua porque estaba ahogada.

E.N. ¿Vienen los periodistas por estos lados?

E.M.A. Si por aquí aparece usted, don Pepillo, don Álvarez Villalobos, que a toda hora mantiene muy cachaco, don Jorge Eliécer, el dueño de Radio Ciudad Milagro, don Tigrillo, uno calvito de apellido Castaño, don Chola y así varios de sus colegas, pero ninguno da propina. Jajaja…

E.N. ¿Usted ora?

E.M.A. Claro todos los días antes de empezar a trabajar le pido a Dios por la gente, por mis colegas, por la gobernadora, por la alcaldesa y por los malos para que él les cambie el corazón duro, le pido que los niños no aguanten hambre, que los maridos no les peguen a la mujeres, que esto cambie y que todos podamos vivir en paz, le pido por el presidente Santos.

Muchas gracias hombre Ernesto.

Gracias a usted y ¿Cuándo sale esta entrevista? Porque un día me entrevistaron por televisión y no he visto nada y chao amigo periodista que empezaron a llegar los clientes y usted en todo este rato ni siquiera se hizo lustrar.

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