22bd34ce457e4da79dc5b691998b614cTras su condena, Andrés Sepúlveda será clave en proceso contra Luis Alfonso Hoyos

“He contado muchísimas cosas y seguiré haciéndolo. Yo soy un hombre, yo no tengo necesidad de declararme inocente y luego huir del país, así como lo están haciendo algunos de los que antes yo admiraba”.

Con esa frase, pronunciada el viernes ante el juez que lo condenó a 10 años de prisión, el hacker Andrés Fernando Sepúlveda dio pistas de lo que viene ahora en el proceso contra otros de los enredados en el supuesto plan para sabotear el proceso de paz con las Farc.

Esa sentencia, impuesta por el juez 22 de control de garantías, cierra el proceso de Sepúlveda y es a la vez el punto de arranque de su nuevo rol: el de testigo de cargo contra los demás investigados.

Una alta fuente de la Fiscalía confirmó que, como parte del acuerdo, Sepúlveda entregó una USB y un celular con mensajes de texto en los que se hablaría de las interceptaciones ilegales de los negociadores de paz de La Habana.

“Ahora todas esas evidencias se van a poder procesar judicialmente, para llevar a varias personas ante los jueces”, dijo la fuente.

Tanto el excandidato Óscar Iván Zuluaga como otros altos funcionarios de su campaña aseguran que el hacker fue un infiltrado de sus enemigos políticos y afirman que no tienen responsabilidad alguna en los delitos que haya cometido.

Esa explicación es recibida con reservas por quienes han estado al tanto de las investigaciones sobre las actividades de Sepúlveda. La situación más complicada, y la que tendrá desarrollos más en el corto plazo, es la del exembajador Luis Alfonso Hoyos, ‘exasesor espiritual’ de la campaña del Centro Democrático y quien está fuera del país desde hace varios meses, cuando la Fiscalía lo vinculó al proceso penal.

Él es uno de los destinatarios de las palabras del hacker el pasado viernes y, personas cercanas a su defensa sostienen que, por ahora, no tiene pensado regresar al país para enfrentar el proceso.

En enero pasado, tres fiscales delegados se quedaron esperándolo en el búnker de la Fiscalía. Como en mayo, cuando sí asistió a la citación que le hicieron los investigadores, se negó a declarar, los responsables del proceso están determinados a resolver su situación jurídica cuanto antes. “Claramente no tiene interés en colaborar para aclarar los hechos, y la ley señala que en esas situaciones la Fiscalía puede proceder a valorar los hechos sin necesidad de tener la versión del investigado”, dijo una fuente del proceso.

Personas cercanas a Luis Alfonso Hoyos sostienen que “el hecho de que él decidiera guardar silencio en el interrogatorio en ningún momento puede confundirse con una aceptación de ninguna responsabilidad” y que el político caldense sigue evaluando si regresa o no al país para enfrentar una eventual imputación de cargos.

En todo caso, el panorama para Hoyos es complejo. Sepúlveda lo señala como la persona que lo llevó a la campaña y como su supuesto enlace para recibir pagos e instrucciones para conseguir información reservada de inteligencia con la que se habría pretendido afectar el proceso de paz de La Habana.

Personas cercanas a la investigación señalan que hay elementos de juicio para llevar a Hoyos ante los jueces, no solo por la versión de Sepúlveda, sino porque su nexo con el hacker quedó evidenciado en dos vídeos aportados al proceso: el de la cita con el candidato Zuluaga y el del fallido intento por entregarle información sobre las Farc al Canal RCN.

Con Sepúlveda como testigo y con las versiones dadas por dos de sus socios, del español Rafael Revert y el ecuatoriano Daniel Bajaña, quienes negociaron con la Fiscalía, empieza un nuevo capítulo en el escándalo. Paralelamente, la Fiscalía trabaja en el caso por la fachada Andrómeda, por la que ya hay seis capturados.

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