Por: Andrés F. Zapata
Qué bueno fuera ver a funcionarios y usuarios de la salud reclamando unidos por más garantías y mejores servicios
Ante la marcha a realizarse el día de mañana por funcionarios de la salud para protestar sobre malos tratos de algunos usuarios, se evidencian distintos puntos de vista sobre las deficiencias que carcomen y destruyen estas entidades.
Independientemente de la percepción del que sea, la realidad sobre el servicio de salud en nuestro país y hablando localmente, de nuestro departamento, cada vez va más en declive. No lo decimos nosotros como una simple insinuación, los dicen los usuarios e incluso hasta los mismos servidores de este gremio como médicos y enfermeros, que aceptan las paupérrimas condiciones en las que a veces se ven sometidos a trabajar y a ofrecer sus servicios, pero que por otro lado rechazan la mala receptividad por parte de muchos usuarios que al sentirse inconformes con el servicio prestado, optan por agredir, insultar y denigrar al funcionario.
La marcha que se realizará el día de mañana por parte de funcionarios del sector salud, clamando y exigiendo sus derechos y respeto por parte de incultos usuarios que los han agredido e insultado cuando se sienten mal atendidos, es una muestra de lo fracturado que está este vital servicio para todos, que más que servicio es un derecho que ante los millonarios negocios que sabemos se encierran detrás, lo único que se está logrando es desvirtuando la labor de los profesionales de la salud y provocando la indisposición tanto de usuarios por no poder contar con un servicio que garantice su bienestar, como de los funcionarios que al verse limitados en sus “herramientas de trabajo” y violentados por clientes insatisfechos, salen a protestar con todo el derecho del mundo.
Las pésimas condiciones de los sistemas y entidades de salud actuales, es un tema que conocemos y del que constantemente hemos sido “víctimas”. Cualquier ciudadano del común seguramente tiene una experiencia negativa en este ámbito, y así como mañana salen a protestar los funcionarios de la salud, son muchas, cientos, miles de voces de protesta por parte de usuarios que en un determinado caso, tuvo que sufrir las inclemencias y pésimos servicios, que en definitiva atentan contra la vida y el bienestar de ellos o de sus familias.
Es ahí donde basándonos en estos dos puntos de vista, nace el fundamento y concepto principal de esta nota, resumido en que desde cualquier posición, el sistema de salud está quebrantado, vulnerando los derechos del uno y del otro, tanto de los funcionarios como de los usuarios.
Este tema está muy mal, comenzando por las grandes entidades de salud, e incluso el mismo gobierno nacional que es el que ordena y regula lo que se hace y no se hace con los enfermos de este país. Ellos son los principales responsables de que los funcionarios de la salud solo tengan permitido atender a cada paciente durante unos pocos minutos, o mediquen las mismas drogas de siempre para dolencias de mayor consideración, o solo ante una extrema necesidad remitan al paciente a un especialista, casi cuando ven que se está muriendo. O incluso que la infraestructura de las diversas entidades de salud, cada vez se vean más deterioradas y sin los elementos necesarios y suficientes para abastecer el flujo diario de pacientes. Pero digamos que esto hace parte de la negligencia, como ya lo mencionamos, de un gobierno nacional y no de los funcionarios, médicos y enfermeros que se ven limitados en sus funciones como un empleado que cualquiera que le brindan lo mínimo para llegar a cabo su ejercicio profesional. Es ahí donde comienzan los problemas, descontentos y altercados por parte de los pacientes o acompañantes, al ver como sus urgencias, no son tenidas en cuenta de la manera requerida, originando aparte de los evidentes malgenios, el empeoramiento en la salud de los pacientes que llegan con la intención de ser aliviados, y que ante el escaso y limitado servicio, se ven perjudicados.
La marcha de mañana miércoles en horas de la mañana por el gremio de funcionarios de la salud ojalá fuera acompañada también por los mismos usuarios y pacientes, victimas por igual de un sistema que prefiere hacer negocios con un derecho que es de todos, antes de dejar de ganar dineros aprovechándose de la necesidad de los ciudadanos.
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