Por: Andrés F. Zapata
Bastante complejo se encuentra el tema de la limitación al acceso de turistas en el sector del Valle de Cocora en el municipio de Salento. La desatención por parte de las entidades gubernamentales que deben velar por la preservación del medio ambiente, la proliferación de turistas irresponsables que dañan y ensucian el entorno naturales y el abuso de empresarios y dueños de predios que solo buscan el bien particular y el lucro a costa de lo que sea, tiene a uno de los sitios más emblemáticos de nuestro departamento en un pleito del cual se espera resulte vencedora la misma insignia natural por excelencia.
A pesar que desde la Corporación Autónoma Regional del Quindío se estableció que la próxima semana se dará lugar a una reunión entre dicha entidad, miembros de la alcaldía de Salento, representantes del PNNN y los directos implicados en el caso relacionado al peaje ambiental que desde hace días se estableció en el predio El Portón, el cual da paso a la ruta que conduce hacia el Parque Nacional Natural de los Nevados, la situación tiene un tinte que va más allá de lo que se resuelva o no en esta “charla”, y es el hecho de ver como el tan preciado lugar, símbolo de nuestro departamento, día a día se ve en declive en cuanto a su auto sostenimiento natural por el mal uso que se le da por parte de todos.
Y es que a todos me refiero principalmente a los turistas que semanalmente arriban al Valle de Cocora y con sus malas costumbres ensucian y dañan los predios naturales, a los empresarios que ven en estas tierras la mejor posibilidad de agrandar sus bolsillos, sin tener en cuenta los enormes e irreversibles daños que causan solo por querer invadir de negocios esta zona del departamento y a las entidades responsables que de esto último nada tienen, pues el abandono de estas es notorio, haciendo que propietarios de fincas y predios se den el aval para imponer peajes y cobrar el ingreso para supuestamente mantener estables los recursos naturales que por allí existen, cuando esto es completa responsabilidad y trabajo de entidades como la CRQ, la policía ambiental y la misma alcaldía de Salento, quienes tienen que velar para que las condiciones naturales se preserven y los impactos ambientales disminuyan.
Por un lado es cuestión de que las entidades mencionadas pongan cartas sobre la mesa y se encarguen de solucionar los problemas y por otro, es responsabilidad de nosotros también como habitantes del Quindío y amantes de este territorio para que con nuestro buen comportamiento demos ejemplo a los turistas, para que conserven y cuiden este lugar. Aquí no se habla únicamente del tema del peaje ambiental, sino de todas las demás afectaciones que se están produciendo en el hermoso Valle de Cocora.
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