- Nuevamente el tema de la movilidad vial en el Quindío y principalmente en su capital quindiana tiene un ingrediente de tema judicial por el alto grado de peligrosidad que algunos puntos representan para la vida humana.
- En reiteradas ocasiones hemos hablado en otras secciones de nuestro periódico acerca de diversos, numerosos cruces viales dentro del perímetro urbano que necesitan con rapidez la implementación de reductores de velocidad o semáforos que controlen el flujo vehicular y peatonal y eviten trancones o accidentes de tránsito.
- Los múltiples cruces ubicados sobre la calle 10 en Armenia, entre carreras 16, 17, 18 y 19 son un permanente punto en donde los altos niveles de accidentalidad están a la orden del día por la nula señalización de tránsito, lo cual confunde a conductores, que sin fijarse, se atraviesan o se “comen” el pare y terminan chocando contra algún otro vehículo.
- Tal cual sucedió el día de ayer, en esta misma calle pero sobre la carrera 16, en donde un taxi que venía sobre esta carrera siguió derecho sin respetar el pare, colisionando contra una motocicleta que transportaba a un hombre y una joven, arronjándolos inmediatamente al suelo.
- Por fortuna los afectados solo resultaron con unas mínimas lesiones, pero el caso concreto de esto es que una situación de estas debe ser controlada antes de que ocurra una tragedia que lamentar.
- Es cuestión de que las autoridades policiales y de tránsito realicen actividades preventivas y reguladoras e implementen elementos que controlen el flujo tanto vehicular como peatonal.
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