A cargo de Yolima Andrea Jiménez

Homenaje al  que fue dueño y maestro del Colegio Carlomagno; don Eliécer Castaño Marín.

Por Alber Deylan

FOTO 3 Yolima Andrea Jiménez

Cuando a Yolima le llegó la noticia que el Colegio Carlomagno había cerrado sus puertas de manera definitiva, su vacio fue tan grande que no sabía cómo llenarlo, no sólo porque allí cursó sus estudios, sino que también lo hizo su esposo Iván Darío Duque y sus hijos Jorge Iván y Nicolás, al fin y al cabo era una misma familia egresada de la misma institución, a como el colegio lo fue para la sociedad quindiana.

En medio de la incertidumbre y una manera de decir que tanto el colegio como el mismo Rector, seguían más vivos que nunca, fue cuando Yolima Andrea tomó un blanco lienzo y empezó a mancharlo, después bocetearlo y ya definidos los trazos, empezó a delinear lo que para ella había sido y aun lo es, un hombre ejemplar; el rosto de su rector don Eliécer Castaño, que por más de 45 años se convirtió más que en un profesor, en un verdadero maestro. Y allá llegaron el lunes  a la casa campestre donde vive el maestro Eliécer; improvisto, sin el aviso de nadie y de manera sorpresiva se encontró con una obra que al mirarla exclamó ‘Gracias, me devolviste juventud’.

La obra    

La obra la denominó ‘Maestro, Amor y Ciencia’, en la técnica óleo sobre lienzo  de un formato de 1.02 de ancho por 1.87 de alto, sobrepasando la estatura de la artista pero con el mensaje claro de que, el arte debe sobreponer al ser humano y a bien que lo logró cuando miró el rostro de felicidad de don Eliécer.

Después de haber manchado el lienzo, lo guardó por espacio de un año y sólo hasta el mes de abril pasado que retomó de nuevo la obra para terminarla en mes y medio; eso sí; agradece el acompañamiento y asesoría del maestro Henry Villada, que ha dado orientaciones a una artista que no solamente se detiene en los rostros, sino que plasma paisajes y caballos; a los cuales a cada uno de ellos les plasma naturaleza, belleza, armonía y color, como su principal fuente de inspiración para su creación, la que ha llevado de manera pausada, pero con profesionalismo; porque tiene muy claro que en sus blancos lienzos, colores, paleta y pinceles están las herramientas para pintar lo que nace de su corazón.

Esta artista egresada del Instituto de Bellas Artes y Ciencias Humanas de la Universidad del Quindío, plasma con color al lienzo lo que quiere decir con palabras, es por eso que cada obra habla por sí sola y que para el caso de ‘Maestro, Amor y Ciencia’, el rojo de la camisa, es la grandeza de su corazón del homenajeado, mientras que el fondo verde, es su amor por la naturaleza, traducido en que siempre hizo de sus espacios educativos, un jardín para sus alumnos. Así lo concibe y lo siente Yolima Andrea y hoy junto a su familia se lo agradecen a don Eliécer, el maestro por siempre.

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