EL CONFESIONARIO
Por: José Octavio Marín Naranjo
Después del destacado papel de la selección nacional de Colombia en la rama femenina en Ecuador, y obtener el segundo lugar y lograr clasificarse al mundial de fútbol y otros eventos internacionales, las mujeres se ponen de moda en nuestro país y, especialmente, en el departamento del Quindío, pues nos dimos a la tarea de hablar con una mujer que es licenciada en educación física, imparte justicia sin haber estudiado derecho, aconseja sin ser sicóloga, y manda sin ser generala. Se trata de nuestra jueza FIFA, Amalia Ruíz.
EJE NOTICIAS PERIODICO. ¿Cómo va, Amalia? y gracias por atendernos.
AMALIA RUIZ: Gracias a usted, Pepillo, y dispuesta a contestar sus interrogantes
E.N.P.: ¿Cómo fue la experiencia en Ecuador?
A.R.: Muy buena y, sobre todo, en un evento de la talla de la Copa América femenina, que es muy exigente, pero creo que cumplimos, y todo gracias a Dios y a la preparación que obtenemos cada día.
E.N.P.: ¿Dónde nació, dónde estudió y cómo es su vida?
A.R.: Nací en Génova, vivo en Armenia, trabajo en Quimbaya en la Institución educativa Naranjal, y soy licenciada en educación física, estudié en varias partes como el mismo Génova, Montenegro, y ya, en 1989, nos radicamos en Armenia; soy casada tengo tres hermanos, mi padre falleció, soy bachiller del colegio Robledo de Calarcá, y soy basquetbolista.
E.N.P.: ¿Cómo llega al arbitraje, y desde cuándo?
A.R.: Hace 14 años dedicada de lleno, lo que ha hecho que me retire de mucha vida social, pero llena de satisfacciones. Lo del arbitraje llega a través de un compañero arbitro cuando yo laboraba en Comfenalco, entonces me decidí y me he enamorado de este lindo oficio, y sobre todo, que mis inicios, como todos, fue dirigiéndole a niños.
E.N.P.: ¿Más insultos que piropos?
A.R.: Jajaja… La verdad más piropos que insultos; y mire, le cuento que eso de los piropos lo alaba a una, porque el hecho de ser árbitro no le quita los atributos de mujer, aunque hay por ahí casos aislados de insultos, pero se debe más a la calentura del partido que otra cosa, y hasta ahora, gracias a Dios, nadie me ha pegado, solo un día una bolsa de agua vacía.
E.N.P.: ¿Qué papel juega Francisco en su vida?
A.R.: De los más importantes, ha sido el complemento ideal de mi vida, es un esposo comprensivo y atento, me cuida, me ama y lo amo, en fin, creo que vamos muy bien. Poco me acompaña a los partidos, y mejor, para evitar, depronto, algún problema por aquello de la dirección.
E.N.P.: ¿Cómo llega al panel FIFA?
A.R.: Debido a mi experiencia con el arbitraje en el campo local y nacional, en el año 2009 tengo la fortuna de ingresar como asistente, allí somos tres árbitros y tres asistentes, cada tres meses nos evalúan en la parte física, de reglamento y de sicología, pues ello requiere de mucha dedicación.
E.N.P.: ¿Cuántas mujeres hay en el arbitraje en Colombia?
A.R.: En la rama profesional solo está una que es Luz Mila González; hubo otras, como Martha Liliana Toro, María Edilma García y Lucía Correa, fueron arbitras internacionales y dirigieron rama profesional
E.N.P.: ¿Qué hace los fines de semana?
A.R.: Viajo a Pereira, porque pertenezco a la Liga de Risaralda, estoy con la corporación de árbitros de allá, inicié mi carrera en el Quindío y por razones personales me marginé del Quindío y me fui para otro lado.
E.N.P.: ¿En marzo dónde estuvo?
A.R.: En Chile, en los Juegos ODESUR, con árbitros de Suramérica, y nos fue muy bien el año pasado en Copa Libertadores Femenina en Brasil; ya he participado en 5 torneos internacionales.
E.N.P.: ¿Colombia impactó en Ecuador?
A.R.: Si, salió segunda, clasificó al mundial, solo por debajo de Brasil, y esto da pie para que pensemos en tener torneo de fútbol femenino en Colombia.
E.N.P.: Gracias, y que Dios la siga protegiendo.
A.R.: Pepillo, gracias a ustedes, y qué bueno que resalten esta labor y, sobre todo, que es hecha por mujeres.
Esta dama es un ejemplo del mal llamado sexo débil; su entrega, fortaleza, inteligencia, señorío y capacidad hacen de Amalia Ruíz un orgullo de mujer para exportar.
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