Otros irán hasta el final
Con tres candidatos a la gobernación previo al cierre del año y por lo menos diez a la alcaldía der Armenia, se va despidiendo el 2018 y llegando el 2019 que será eminentemente electoral.
Por José Octavio Marín Naranjo
No solo el departamento del Quindío respira y come política en los círculos callejeros y medios de comunicación, también en Risaralda y Caldas comienzan a surgir nombres de ciudadanos que quieren figurar como candidatos. Carlos Maya y Mario Marín en Pereira se perfilan como alternativas a la alcaldía, desde luego surgen más nombres, igual sucede en Manizales donde el médico Jorge Hernán Yepes y Jorge Hernán Mesa ya definieron que serán alternativas para remplazar a Octavio León Cardona en el primer cargo de la ciudad.
En Armenia la cifra de aspirantes crece, ya se conocía de nombres como Antonio Restrepo, José Manuel Ríos, Roberto Jairo Jaramillo, Oscar Gómez Agudelo, y en vísperas de esta navidad, afloran nombres que quieren aparecer en la escena, unos con mayor fuerza y otros en menor contenido.
La sorpresa la dio la abogada y exdefensora del pueblo Piedad Correal, que por fin dio a conocer sus propósitos, dijo públicamente ante los medios de comunicación que será candidata a la alcaldía de Armenia, sin lugar a dudas rompe las expectativas pues su nombre goza de muy buena reputación. Mientras Correal ya está preparando su ingreso al partidor, ciudadanos como Alexander Agudelo, Elver Arias, Albeiro Torres, Rodrigo Castrillón, Orlando Mosquera entre otros, expresan su deseo de hacerse contar en las elecciones de octubre. Unos más que otros, pero todos con la igualdad de posibilidades y alternativas. Los perfiles son variados, pero es indudable que el mayor volumen de probabilidades por ahora lo encabezan Antonio Restrepo, José Manuel Ríos, Roberto Jairo Jaramillo y ahora la presencia de Piedad Correal que le dará el nuevo toque al debate electoral. Seguramente quedara faltando por lo menos otro candidato respaldado por los gremios o instituciones que defienden la teoría de la dignidad y el rescate de la ciudad.
En lo de la gobernación
Con la decisión de la exdefensora Piedad Correal de no alinearse en la lista a gobernación del Quindío, hoy el tema pasa por tres candidatos que se mantienen en sus expectativas. El diputado Jorge Ricardo Parra quien sostiene que irá hasta el final. Jorge Ricardo es un político avezado, de experiencia, palabra y buen semblante ante la comunidad, un rival duro de vencer. Le sigue en su orden el ingeniero José Luis Jaramillo quien a través de su Corporación Visión Quindío quiere aportarle al departamento desde el primer cargo. Su aparición en la escena política ha sido una sorpresa, pocos creen en él, otros estiman que es una gran oportunidad para tener un gobernador joven, sin compromisos y ataduras políticas. Jura que no declinara en su candidatura y que va hasta el día de las elecciones gane o pierda. Y el tercer aspirante a la fecha es docente de tradición, rector de colegios y exsecretario de Educación del departamento. Se trata de Álvaro Arias quien también esta subido en el bus de quienes aspiran a remplazar al actual mandatario Carlos Eduardo Osorio Buriticá. Arias Velásquez es un hombre serio, formado, se abona su trayectoria, pero igual se dice que su personalidad es de un estrato elevado. En el caso político siempre lo han identificado en la línea de la casa Valencia Franco, pero con fortalezas y debilidades no deja de ser un muy buen candidato. Para la gobernación se espera que igualmente aparezcan al menos dos nuevas alternativas, con buen programa e inmejorable presentación.
Si nos atenemos a las perspectivas que se vienen presentando, podemos decir que quienes encabezan en ambas alternativas irán hasta el final del debate. Algunos declinaran por factores como lo económico, el desgaste financiero, la carencia de estructura, respaldo político, o carencia de firmas, los que sobrevivan tendrán la inmensa responsabilidad de jugarse el coco pensando en salir electos y de esta manera aportarle a la encrucijada que tiene la región, la falta de credibilidad, el rescate de nuestros valores, el determinante esfuerzo por combatir la corrupción y el desarrollo de obras y proyectos que se han convertido en una de las mayorías falencias de nuestros dirigentes.
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