Por: Andrés F. Zapata
En declive permanece el Deportes Quindío luego de su estrepitosa derrota 3 a 0 en Córdoba ante Jaguares, lo que los obligó este miércoles, a comenzar una nueva fase en la denominada promoción, ante la Uniautónoma de Barranquilla.
Luego del desdichado encuentro en Montería, en donde el Quindío dejó escapar de las manos un ascenso que tenían casi que en sus bolsillos por culpa de errores tanto individuales como grupales, el onceno milagroso retorno a su tierra para enfrentar su segunda posibilidad de regresar a la A, ante un equipo débil, de poco batallaje, pero con las mismas posibilidades del Quindío de figurar para el 2015 en la lista de equipos de la primera categoría.
La tarde del miércoles pasado en el estadio Centenario de Armenia, fue escenario de una nueva intención del equipo de nuestro departamento por volver a mostrar lo que durante todo este semestre demostró. Pero lamentablemente para su afición, el buen juego, el “toque toque”, la velocidad, el buen despliegue físico y táctico, las marcas firmes y el ataque organizado, punzante y efectivo, parecen haberse quedado con la derrota allá en Montería.
El empate a cero ante la Uniautónoma, fue el resultado de un equipo cansado, sin ideas de ataque, con sus jugadores más significativos completamente opacados y en un bajísimo nivel, con nuevos errores en defensa y en el arco, que para tranquilidad de la afición quindiana no se tradujeron esta vez en gol, y con un Prince inquieto y sin la claridad en su cabeza para resolver un partido y darle ideas a sus jugadores para desarmar el cerrojo que crearon los barranquilleros en su propio campo.
Del onceno universitario no se esperaba mayor cosa y tal cual lo demostró. Aunque por ratos fueron inquietantes en el campo quindiano por medio de contragolpes, la mayor parte del compromiso se dedicaron a encerrarse en su propio campo y a rechazar cuanto balón se les acercaba, minimizando las posibilidades de los jugadores quindianos que con el pasar de los minutos veían con desespero como el marcador no se abría a favor de ellos.
En definitiva la Uniautónoma demostró porque fue uno de los peores equipos de este semestre en la primera división y porque está a un paso de volver a su categoría de origen, el problema es que enfrente no tienen al Deportes Quindío fuerte y efectivo de jornadas anteriores, y contará con la localía, el calor y humedad barranquillera como sus mayores aliados, para complicarle la posibilidad al onceno milagroso de retornar a la máxima división.
Esperemos que este sábado en horas de la noche, el Quindío no se achicopale como lo hizo ante Jaguares y retome la inteligencia, creatividad, efectividad, velocidad, fuerza y contundencia en el arco contrario, tal como lo caracterizó durante todo este campeonato. Si no, sería su segundo fracaso de las tres posibilidades totales que tienen de conseguir el esperado ascenso.
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