Jose+Nestor+Pekerman+Netherlands+v+Colombia+eNBglEXkURslUno no puede desconocer todo el trecho ganado por la selección Colombia desde la llegada del técnico Argentino en el concierto internacional; la tricolor gracias al conocimiento vasto del DT se ha ubicado en un sitial de privilegio, logrando metas inhóspitas, explorando otros campos de potencialización de jugadores y resultados, y consiguiendo el máximo logro del balompié colombiano al acariciar los cuartos de final de la Copa del Mundo.

Hay que reconocer la buena batuta del “profe” pero también es perentorio hacer un alto, detenerse en el tiempo por un momento y empezar analizar a fondo lo que él ha venido denominando “etapa dos”, como quien dice, proceso nuevo pensando en Rusia 2018.

Es fantástico ver como el míster echa mano de los jugadores de la liga local, hombres en que sus clubes marcan diferencia, y despiertan dentro del seleccionador  el interés de estudiar alternativas para el venidero calendario. Arrimar a elementos como Chará, Cardona, Bocanegra, Castellanos es el reflejo del nivel alcanzado en los que muchos llaman “fútbol mediocre”, esas preferencias de Pérkerman le dan un realce al fútbol criollo a nivel mundial.

La convocatoria de jugadores frescos, poco contaminados, puede oxigenar a un plantel que claramente ha decaído en su rendimiento individual y colectivo, el primero se aprecia cada fin de semana con jugadores suplentes en sus respectivos equipos, y en lo grupal Colombia ha perdido ese matiz mostrado en el mundial y en la eliminatoria, gracias al bajo nivel de sus elementos.

Considero la determinación de Pékerman de buscar otras herramientas, de darle una inyección al grupo de generaciones con sede de triunfo, pero condeno desde cualquier punto de vista la exclusión de jugadores clave en los logros conseguidos hasta el momento en la era de José.

No dan explicación alguna para ver exiliado a Aldo Leao Ramírez, jugador con un chip diferente, con solvente manejo, con presencia en ataque, dinámica, movilidad incluso con aporte en marca, un jugador que de la noche a la mañana pasó de ser la ficha fuerte, as bajo la manga de Pékerman a convertirse en un elemento oxidado y sin cabida dentro del gusto del entrenador.

El jueves como es habitual, vimos y escuchamos todos  la conferencia de Pékerman, y allí hablaba de los que ya no están, caso puntal Yepes, Perea, Ramírez y Mondragón, argumentó su salida del equipo nacional por el simple hecho de tiempos naturales, mejor dicho, por viejos.

Los nubarrones de José son amplios, su visión por momentos se ciega, y la coordinación de sus palabras no sincronizan con su accionar. Volviendo al caso Aldo, el jugador samario cuenta con 33 años, y el gran interrogante es ¿está tan viejo para vestir los colores de la selección ?. Personalmente considero que NO, sí es cierto, para Rusia tendría 37 años a lo mejor ya obsoleto, pero pensando a corto plazo Ramírez puede tranquilamente aportar su fútbol en la Copa América y en el inicio de las eliminatorias.

José seguirá llamando a jugadores carentes de ritmo, sin minutos en la temporada, sin coordinación, sin distancia incluso con la confianza perdida, él sumergido en su incongruencia, ahí es donde se puede comprender porque se escogen rivales “chaparros” para el fogueo.

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Por EL EJE